jueves, 5 de marzo de 2015

AGUA DE MUJER


Hay mujeres hechas de agua. 
Hembras que funcionan con la luna,
movidas por mareas de deseos 
que nadan dentro de ellas.

Mujeres fabricadas para fabricar agua
y servir de torrente,
de fuente,
de descanso de todos los guerreros
que buscan descansar.

Beber.
Nadar. 
Amar

Ellas también  tienen sangre, 
huesos, carne,
cabellos...
piel...

Tienen miradas y olores,
tienen músicas y llantos
vida y muerte.

Como todas las cosas que respiran
tienen principio
y fin.

Pero debajo de todo,
tienen el manantial del que mana el agua santa.
Una fuente secreta que pocos encontraron
de aguas  cristalinas,
perfumadas,
benditas.

El agua de las putas.

Agua de fuego,
del bendito fuego santo y puro
de las santas putas benditas.

 Agua de vida,
de orgasmo
de cerrar los ojitos 
y confiar.

Agua de entrega,
 de sexo puro y duro,
de pureza feroz de lobo salvaje
que cuando chorrea enciende las estrellas
haciéndolas cantar
y sonreír.

Y hay hombres que lo saben.

Hombres afortunados que han visto que es verdad.
Ellos  han quemado los cielos
y han escuchado cantar a los astros,
los han visto bailar  al son de la música de agua
que brota cuando brota 
el agua de mujer.

Son hombres sabios,
capaces, generosos, osados.

Hombres guerreros que descansan y gozan
en las aguas puras
del río secreto de las almas benditas.


 Isabel Salas

Poema del libro 
NAVAJA DE LLAVERO