Hablar contigo
es levantar mi falda,
y sin pudor,
mostrarte mis enaguas.
es levantar mi falda,
y sin pudor,
mostrarte mis enaguas.
Es beber en los ríos,
del ruido de tu risa
y nadar en los lagos
nacidos en las fraguas
de volcanes bravíos.
Aguas termales,
que sanan,
una a una,
mis heridas mortales.
Hablar contigo
huele a castaña asada
en esquina de pueblo.
Tiene la consistencia del hombro amigo,
el tacto suave de la paz sagrada
y es el perfecto abrigo
que con tu amor
amueblo.
Por eso, siempre,
quiero hablarte
y que me hables.
Por eso vengo
a susurrar bajito
que mi forma de amar,
es escucharte.
Nunca escatimo.
rompo el cerdito de mis ahorros
y me lo gasto todo
en escucharte a chorros.
Isabel Salas
del ruido de tu risa
y nadar en los lagos
nacidos en las fraguas
de volcanes bravíos.
Aguas termales,
que sanan,
una a una,
mis heridas mortales.
Hablar contigo
huele a castaña asada
en esquina de pueblo.
Tiene la consistencia del hombro amigo,
el tacto suave de la paz sagrada
y es el perfecto abrigo
que con tu amor
amueblo.
Por eso, siempre,
quiero hablarte
y que me hables.
Por eso vengo
a susurrar bajito
que mi forma de amar,
es escucharte.
Nunca escatimo.
rompo el cerdito de mis ahorros
y me lo gasto todo
en escucharte a chorros.
Isabel Salas