
Comparo mi vida con el tiempo que le lleva a una estrella hacer cualquier cosa y me doy cuenta de lo rápida que está pasando. Como soy efímera. Soy más fugaz que cualquier estrella y eso me hace sonreír. No soy un polvo cualquiera, soy polvo de estrellas fugaces.
jueves, 27 de octubre de 2016
lunes, 24 de octubre de 2016
ESTRELLAS Y LÁGRIMAS
En Cádiz llora un peón
y en Tordesillas un toro,
el peón se llama Andrés
y el toro tiene dos nombres,
lo mismo que tienen dos
algunas calles
y hombres
Uno le puso el patrón
por su pelo Colorao
y otro se lo puso él
por la estrella en su costao.
Y por ese lo llamaba
desde chico, en la dehesa:
El toro rojo Estrellao.
Lo llamaba, y él,
venía,
y tranquilo y con paciencia
le explicó lleno de amor
lo que un día llegaría.
Eres un toro de lidia,
se espera, que sin temor,
embistas los capotazos
y resistas con bravura
las aristas del dolor.
Habrá gente en una plaza,
habrá luces y esplendor
habrá un hombre con espada,
y si enfrentas esa lidia con valentía y honor,
podrás regresar un día
indultado y vencedor.
Volverás a nuestra casa,
y aquí.
te esperaré
yo
El martes lo vio marcharse
yo
El martes lo vio marcharse
con lágrimas en los ojos
y el corazón apretao.
Se llevan a su torito
se lo llevan asustao.
Ya nadie mira su estrella,
de los dos nombres que tiene
sólo usan Colorao.
Andrés llora como un niño
la decisión del patrón,
Estrellao no tendrá suerte,
no lo llevan a la arena,
se va directo a la muerte.
Y el peón,
llora con pena.
Estrellao va confíao
Andrés nunca le mintió
y al llegar a Tordesillas
se acuerda de los consejos,
del esplendor, de la espada,
de la lucha con honor
y trata de ser valiente
y disfrazar su temor.
Llega el día de su muerte
y echa de menos a Andrés.
Lo rodea mucha gente,
no hay arena, ni colores
no hay honra
ni pundonores.
Estrellao es perseguido,
acosado
derribado,
traicionado y malherido.
Llora recordando al hombre
al que llamaba de amigo,
es noble y no alberga duda,
sabe que en algún lugar,
donde antes fue su hogar
hay otros ojos llorando.
En ellos piensa al morir,
al ir, los suyos,
cerrando.
Isabel Salas
jueves, 20 de octubre de 2016
jueves, 6 de octubre de 2016
SUSANA SERÓN, ESPAÑA
Aquí Lady Winter con Navaja
de llavero de mi gran amiga Isabel Salasrecien
aterrizado en Estella-Lizarra.
Ser una de las pocas
privilegiadas que lo ha leido antes de ser publicado no ha evitado que se me
haya escapado alguna lagrimilla al tenerlo por fin en mis manos para poder
releerlo una y mil veces.
Emoción que se ve
incrementada al verme nombrada en el prólogo del gran prosista Juan Andres Pastor Almendros, que
escribe muchísimo mejor que yo pero es más feo, y al que por cierto casi no
quiero...
Juan Mantero Ruiz a
quien quiero un poco más, me regaló el honor de ser la primera persona en
opinar sobre el epílogo, majestuoso también, como no podía ser menos para estar
a la altura del libro.
Si os gustó El canario y la
máquina de coser, no dejéis de leer Navaja de llavero porque Isabel se supera
con creces, y si no os gustó, cosa que dudo, ya tardáis en comprobar si miento
o no...
Gracias Isabel por todo eso
que las dos sabemos...
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