lunes, 28 de noviembre de 2022

LUCAS, TE PASASTE



 Aunque el último llegaste

y un quilombo te encontraste,

en dos días lo arreglaste.

Lucas, ¡genio! te pasaste.


Después de tanto desgaste

mi triunfo sacralizaste,

a dos Felipes quemaste

y a mí me dignificaste.


La ecatombe interceptaste

y mis lágrimas secaste.

Las pruebas examinaste

y sabiamente juzgaste.


Las falacias, las obviaste

y la verdad valoraste.

A mi enemigo cegaste

cuando al fin martilleaste.


Lucas, al mal enfrentaste

y a la perfídia aplastaste

el día que redactaste,

firmaste y ejecutaste.



Isabel Salas 👀




miércoles, 16 de noviembre de 2022

FERICIRE, RECUNOȘTENȚĂ ȘI SPERĂ

 


Se va terminando 2022 y cada vez estamos más cerca de las uvas, los deseos de Año Nuevo y los regalos de Reyes. Estos últimos años están siendo tan densos y raros que sólo el hecho de estar a punto de vivir una Navidad más ya me parece motivo de sobra para celebrar y agradecer.

Nunca imaginé vivir una menopausia apocalíptica y sin embargo aquí estoy, en plena distopía globalista, viendo cada vez menos con mis ojitos cincuentones y viviendo cada vez más con mi cuerpo jaranero y mi mente bullanguera. Os cuento que estoy con el estrógeno y la progesterona por el suelo a causa de la edad y con la adrenalina por las nubes con tanta pandemia, tanto infarto y tanta repentinitis. Osea, jodida pero entretenida,  disfrutando los altibajos hormonales y sus correspondientes escarpaduras y tratando cada día de sacarle el jugo a esta nueva anormalidad repleta de limones inclusivos y con elles, hacer limonades.

Como sabéis los amigos de este blog me gustan los diccionarios y el sonido de las palabras conocidas en idiomas desconocidos, por eso traduje al rumano mi estado de ánimo y lo usé como título para esta felicitación de Navidad tempranera y sincera: Felicidad, gratitud y esperanza. 

Así me siento, feliz por mis millas acumuladas, por todo lo vivido y por las victorias y derrotas que tanto me enseñaron pues con el tiempo he aprendido que ambas son igualmente didácticas. Agradecida por mis hijas, mi compañero, mi yerno, mis amigos y por todos los seres a los que amo o que me aman, esos seres queridos sin los cuales la vida no tendría pelos de gato ni  mensajes que suenan a las tres de la mañana. 

Y flotando encima de todo, como un papel celofán envolvente y ruidoso, se encuentra la esperanza, pero no una esperanza cualquiera, sino definida como lo hace el diccionario, es decir, como ese estado del ánimo en el cual se nos presenta como posible aquello que deseamos. Maravilloso. Que sea posible, que de verdad pueda ser y sea.

Que realmente pueda suceder y suceda eso que tanto anhelamos.

Sé muy bien que no siempre querer es poder. Soy especialista en fracasos, y he tenido que aprender a vivir con demasiadas frustraciones. Sin embargo, tantas decepciones no han perjudicado mi capacidad de desear (gracias a Dios).  Por tanto, mi deseo para este fin de año es, en primer lugar, que tú que me lees sepas convertir tu esperanza en un motor voluntarioso que te mueva e inspire para lograr tus aspiraciones. En segundo lugar que tengas muchas cosas que agradecer ahora y en el próximo año y por último, lo más importante, que seas y estés feliz.

Que a pesar de lo mucho que nos toman el pelo las farmaceúticas, los gobiernos, los políticos y los catastrofistas del clima, tú consigas encontrar la felicidad y atesorarla. Osea, que tu ánimo sea el de quien se siente plenamente satisfecho por gozar de lo que desea o, como dice la rae,  por disfrutar de algo bueno.

No hagas caso de esos que dicen que lo bueno y lo malo son conceptos relativos. Sabes como yo que eso es mentira, lo bueno brilla, trae paz y nos hace sentir vivos y plenos. Lo malo es lo contrario.

No nos dejemos engañar, creamos en lo que nuestro corazón nos dice, hagamos caso a nuestra intuición y celebremos la oportunidad de vivir cada día en esta época apasionante. 

Sin duda es un privilegio. 

Drumul este frumos: El camino es hermoso.


Isabel Salas




sábado, 12 de noviembre de 2022

ROSA BAILA



Hay rosas 
que engalanan jardines,
hermosas, perfumadas
bellas y dichosas.

Ancladas en la tierra, 
abren sus corazones
y nos perfuman
días y noches
con sus canciones
hechas de aroma.

Y hay otras con tacones
y flores en el pelo.

También son elegantes

repletas de pasión,
preciosas y vibrantes.

Desnudas 
o cubiertas de brillantes,
también se abren.

Vuelan en los tablaos
y salen desde el suelo
convertidas en fuego.

Los convierten en cielos

y allí abren su alma
sus venas, su sonrisa
y un manojo de penas
que perfuma la brisa.

Y vuelan.

Como vuelan las rosas
cuando vuelan.

Y ruedan
con sus llamas de baile,
y nos queman.

He visto una, 
se llama Rosa
y ella no baila poemas.

Estuve muy cerquita
y pude ver
que es la Poesía entera
que baila  hecha mujer,
enredada en sus flecos
y en sus volantes,
de puro arte.


Isabel Salas











sábado, 5 de noviembre de 2022

SI PUDIERA











Si te pudiera decir lo mucho que te amo, te contaría como imaginé miles de veces hacerme vieja a tu lado y como dormiríamos abrazaditos hasta que uno de los dos se fuera.

Te volvería a cantar aquellas canciones que cantábamos en el coche volviendo de la playa y te pediría que me contaras de nuevo aquel chiste sobre el borracho vasco y el robo en la joyería. 

Si te pudiera decir lo mucho que aún te quiero, a pesar de todo lo que pasó desde nuestro último beso, te diría que no olvidé nada tuyo, ni la forma de tu boca, ni el tacto de tus manos, ni el olor de tu piel, ni como mis labios se deslizaban sobre ella cuando te besaba todos los milímetros cuadrados y te recorría como si yo fuera un tren ruso y tú, esa vía transiberiana que junta lo posible y lo imposible como una cicatriz de mapa del tesoro.

Si pudiera, me gustaría decirte que me quema saber que eres feliz sin mí, pues yo no pude aprender a serlo completamente al faltarme tú. Soy feliz a cachitos, a momentos, a empujones, pero no a tsunamis como era la felicidad que me inundaba, apenas por ir contigo de la mano.

Te diría que a tu lado todas las películas me gustaban, me apetecía cantar todas las canciones y todos los helados me parecían igual de apetitosos. Ahora necesito determinadas películas, algunas canciones y sabores concretos de helado para que mis sonrisas se parezcan a aquellas que  brotaban a tu lado como el sol lo hace cada mañana, inevitable y sin pedir permiso.

Te diría que aún te quiero porque no supe dejar de hacerlo y aunque no espero que saberlo te haga volver a quererme, sí me gustaría que lo supieras, como yo sé que las ballenas emigran hacia el sur y no por eso espero que me visiten.

Me gustaría decirte que creo que te perdoné o al menos lo intenté y que mi amor sigue aquí, intacto, sagrado, inmortal, lo desees o no, lo correspondas o no.

Que mi amor por ti, es mío.

Es libre, es eterno y está vivo. Me habita, me acompaña y cada día, antes de dormir, me da un beso  de buenas noches.

Isabel Salas


martes, 1 de noviembre de 2022

ORATE


Para escribir 
hay que pagar peaje,
hay que saber llorar 
y herir.
Tienes que desprenderte del honor
y reducir a nada 
tu equipaje.

Para poder morir dentro de la poesía
y renacer 
en cada uno de sus versos,
no bastan el valor y la osadía,
hay que estar loco, 
ser orate,
capaz de desangrarse poco a poco
mientras naces de pena 
y mueres 
de alegría.

Para ser loco como tú
y conseguir 
el titulo de ido,
hay que estar más demente 
que chiflado,
y saber ser siempre
más duro que clemente,
después
de haber sufrido.

Hay que querer morir 
con el ajusticiado,
respirar el veneno del olvido
y nacer trastornado
cuando tu musa vuelve 
del infierno
y se duerme a tu lado,
feliz,
besándote sin ruido.  

Isabel Salas
 Poema ORATE
Del libro TE CONTENGO