Si te mantienes al margen, si miras para otro lado, si sobrevives sin exponerte y sin nunca usar tu cuerpo como escudo ante nada ni nadie, la poesía, lamentablemente, no te buscará ni se hará visible para ti. Ella vive justamente en donde muchos no quieren posar su mirada, en esa sangre derramada dentro de un zapato nuevo, en esa lágrima al ver el diploma de tu hijo o en esa gotita de sudor que cae sobre el martillo que un anciano que trabaja como si la muerte no estuviera a pocos centímetros de su sombra.
Pero si te atreves a mirar lo real sin filtros, aunque moleste y no sea tan estético como te gustaría... entonces lo poético no será un adorno: comprobarás que casi es un subproducto inevitable del pensamiento crítico y la experiencia real. Que la realidad supera la ficción y la poesía es la única que supera a la realidad.
Isabel Salas