Si puedes mantener la cabeza en su sitio cuando los que te rodean
la han perdido y te culpan a ti.
Si puedes seguir creyendo en ti mismo cuando todos dudan de ti,
pero también aceptar que tengan dudas.
Si puedes esperar y no cansarte de la espera; o si, siendo engañado, no respondes con engaños, o si, siendo odiado, no dejas lugar al odio.
Y aún así no te las das de bueno ni de sabio.
Si puedes soñar sin que los sueños te dominen; si puedes pensar y no hacer de tus pensamientos tu único objetivo.
Si puedes encontrarte con el Triunfo y el Desastre, y tratar a esos dos impostores de la misma manera.
Si puedes soportar oír la verdad que has dicho, tergiversada por villanos para engañar a los necios. O ver cómo se destruye todo aquello por lo que has dado la vida, y remangarte para reconstruirlo con herramientas desgastadas.
Si puedes apilar todas tus ganancias y arriesgarlas a una sola jugada; y perder, y empezar de nuevo desde el principio y nunca decir ni una palabra sobre tu pérdida.
Si puedes forzar tu corazón, y tus nervios y tendones, a cumplir con su deber mucho después de que estén agotados, y así resistir cuando ya no te queda nada excepto la Voluntad, que les dice: "¡Resistid!".
Si puedes hablar a las masas y conservar tu virtud, o caminar junto a Reyes, sin menospreciar por ello a la gente común.
Si ni amigos ni enemigos pueden herirte. Si todos pueden contar contigo, pero ninguno demasiado. Si puedes llenar el implacable minuto, con sesenta segundos de diligente labor:
Tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella, y lo que es más: ¡serás un Hombre, hijo mío!
«Si...» (originalmente "If—") es un poema escrito en 1896 por el autor inglés Rudyard Kipling.
pero también aceptar que tengan dudas.
Si puedes esperar y no cansarte de la espera; o si, siendo engañado, no respondes con engaños, o si, siendo odiado, no dejas lugar al odio.
Y aún así no te las das de bueno ni de sabio.
Si puedes soñar sin que los sueños te dominen; si puedes pensar y no hacer de tus pensamientos tu único objetivo.
Si puedes encontrarte con el Triunfo y el Desastre, y tratar a esos dos impostores de la misma manera.
Si puedes soportar oír la verdad que has dicho, tergiversada por villanos para engañar a los necios. O ver cómo se destruye todo aquello por lo que has dado la vida, y remangarte para reconstruirlo con herramientas desgastadas.
Si puedes apilar todas tus ganancias y arriesgarlas a una sola jugada; y perder, y empezar de nuevo desde el principio y nunca decir ni una palabra sobre tu pérdida.
Si puedes forzar tu corazón, y tus nervios y tendones, a cumplir con su deber mucho después de que estén agotados, y así resistir cuando ya no te queda nada excepto la Voluntad, que les dice: "¡Resistid!".
Si puedes hablar a las masas y conservar tu virtud, o caminar junto a Reyes, sin menospreciar por ello a la gente común.
Si ni amigos ni enemigos pueden herirte. Si todos pueden contar contigo, pero ninguno demasiado. Si puedes llenar el implacable minuto, con sesenta segundos de diligente labor:
Tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella, y lo que es más: ¡serás un Hombre, hijo mío!
«Si...» (originalmente "If—") es un poema escrito en 1896 por el autor inglés Rudyard Kipling.