martes, 1 de octubre de 2024

INSTRUCCIONES PARA MI MUERTE



Ha muerto alguien.

Se le acabó la vida, se murió como moriré yo. 
Me gustaría tener fuerzas para yo misma cerrar mis ojos por última vez. Aunque mis otros músculos ya no consigan ni respirar, espero obtener ese último triunfo.

Si no lo consigo espero que haya cerca una mano amiga que sin asco y con cariño me los cierre dulcemente. Enseguida recibir una caricia, tal vez un beso antes de que el frío me invada. Y para finalizar un paño sobre mi rostro. Un paño que impida que los que me amaron sientan el dolor de mirar mi carne vacía. No quiero que me miren sin expresión, sin poder sonreírles.

Debe ser por eso que se les tapa el rostro a los muertos, porque no soportamos mirar a quienes queremos sin poder reconocerlos. Espero que en esa hora , mis seres amados sepan cuanto los he querido y no necesiten buscar en mi cara de muerte respuestas imposibles.

Lo del paño es importante. Imagino un paño de colores, alegre y suave. Es la ultima gentileza que se hace con las personas. A veces me he preguntado si los torturadores han cubierto con un paño a sus víctimas. Si después de matar al torturado en esas cárceles políticas, alguien se acuerda de la decencia y les concede ese último pudor.
Yo, si consigo morir de muerte morida y no de muerte matada , creo que el detalle del paño está resuelto en mi caso. La caricia tal vez sea más difícil de conseguir y el beso casi imposible.

Pero como estaré muerta tal vez no importe.
Ni siquiera importa leer estas instrucciones.

Importan las sonrisas que daré hoy y mañana. 

Importan los besos que tengo en mi boca para repartir, dar y conseguir otros.

Importa despedirse aunque sea jugando.
Importa haber vivido.
Estar viviendo.
Vivir

Y sobre todo me importa dejar en mis personas amadas, la seguridad de haber sido parte de los motivos para irme feliz.


Isabel  Salas

@El canario y la máquina de coser
@ Isabel Salas