¿Eres un hombre y estás contra el aborto?
Te felicito, me gusta mucho la gente que (en este mundo tan neutro y
cobarde) tiene el valor de ponerse a favor o en contra de lo que sea. Y más si
lo hace con pasión y sin medias tintas, convencida y orgullosa.
No soy de esas mujeres que piensa que los hombres no deben opinar sobre
aborto porque no son ellos que abortan. Nada más lejos, creo que todos y todas
podemos y debemos manifestarnos respecto al mundo que nos rodea. Yo, por
ejemplo, no eyaculo y sin embargo emito opiniones y preferencias sobre las
velocidades de la eyaculación masculina y otros asuntos que podrían parecer, en
principio, ajenos a mi interés.
Supongo que además de valiente y comprometido con el derecho a la vida,
también eres coherente y nunca follas sin condón para prevenir embarazos no deseados
en tu compañera sexual. Sea tu esposa o alguna de tus amantes, sé que ninguna correrá
jamás riesgos contigo.
Estoy segura de que jamás te acuestas con mujeres casadas, tus amantes (si
las tienes) doy por hecho que son siempre solteras, ya que si fallasen la
píldora o el condón, ellas tendrían problemas para explicarles a sus maridos cómo
y de quién se quedaron embarazadas y alguna, asustada (o cobarde), incluso,
podría querer abortar para no perjudicar su estabilidad matrimonial. Sé que tú
jamás colocarías a ninguna mujer en esa disyuntiva pues tu defensa de la vida
está por encima de todo.
Por supuesto imagino que eres un gran activista en pro de un mundo lleno de
oportunidades educativas y laborales para las mujeres. La lucha por la equidad, la igualdad de salarios y una crítica constante
hacia las actitudes machistas de otros hombres, son tu seña de identidad.
Enseñas a tus hijas y a tus hijos a usar preservativos, y apoyas que en las
escuelas se impartan nociones básicas de control de natalidad. Siempre insistes
con tus hijos varones para que no presionen a sus amigas a hacerlo a pelo. El
coitus interruptus ya sabemos lo peligroso que es y tú no quieres ser abuelo
todavía, ni mucho menos que un nieto tuyo sea abortado.
Ni que decir tiene que debes ser un
hombre íntegro que condena a los pederastas que dejan embarazadas a niñas de
diez, once o doce años en adelante. Tú, no sólo no harías nunca algo así, sino
que denunciarías inmediatamente a cualquiera que estuviera abusando de menores
u ofreciéndolas como prostitutas. Ya sabes que esas cosas pasan, aunque no sea
en tu barrio ni entre tus amigos, todos tan cabales como tú. Estoy segura de
ello y te admiro por ser tan consecuente y escoger tus amistades con tanto celo.
También apuesto a que no debes aprobar el incesto, jamás te has excitado
viendo un vídeo porno donde los actores fingen ser padre e hija y entre tus
amigos y parientes no hay ninguno (que te conste) capaz de una cochinada de ese
calibre.
Tengo absoluta certeza de que condenas las violaciones, sean de uno en uno
o de siete en siete. Ya sabes, las tan de moda “manadas” donde un grupo de
degenerados violan a una mujer de cualquier edad. No suelen usar condón y el
riesgo de embarazo es altísimo. Aunque algunas chicas no parecen resistirse
mucho en los videos que esos cavernícolas publican en internet (tal vez sea por
el pánico que las paraliza o porque son super putas), ¿Qué más da? lo importante aquí no es
si esa gente se divierte o no. Lo que importa es prevenir embarazos no
deseados, algo que a ti, te parece prioritario.
Yo también estoy contra el aborto, y lucho por un mundo donde las mujeres
sólo se queden embarazadas cuándo y cómo lo deseen.
Así sabremos que las mujeres, (todas)
con acceso a la educación, a la información, al dinero para los anticonceptivos
de su preferencia, ciudadanas de un mundo libre donde no corren riesgo de ser
violadas ni por uno ni por diez hombres, ni por su padre ni por un extraño… solamente
decidirán ser madre (caso lo hagan, porque a lo mejor no quieren serlo) cuando
ellas estén preparadas emocional y económicamente para ello.
En ese momento no tendremos que preocuparnos de si el aborto es algo
reprobable o si la adopción es buena o no. No será un problema si las parejas
gay podrán o no adoptar, pues los niños estarán con sus madres que es con quien
deben estar. Ellas, simplemente, se quedarán embarazadas libremente y por
decisión propia cuando deseen tener hijos. Así de sencillo.
Parece que esto puede ser nefasto para los que quieren adoptar hijos
ajenos, y lo es. Bien porque son parejas homosexuales y por tanto in-fértiles o bien
por ser parejas heterosexuales con problemas para concebir, no tendrán la
opción de adoptar. Tanto unos como otros, ese día, tendrán que aprender a
lidiar con la frustración de aceptar la realidad.
Ese día, yo estaré no sólo contra el aborto, como lo estoy hoy, sino
celebrando esa gran conquista de la mujer, de cualquier edad, heterosexual o
lesbiana, de poder al fin escoger, cómo,
cuándo y de qué manera ser madre o no. Sin presiones sociales, religiosas ni
económicas.
El legendario “Nosotras parimos, nosotras decidimos”, llevado a la
realidad, sin abortos, sin violencia, sencillamente lo que siempre debió haber
sido: nosotras decidimos si deseamos ser madres.
Hasta ese día, yo soy a favor de legalizar el aborto, pues sé muy bien que actualmente,
muchas mujeres se quedan embarazadas sin desearlo y aunque algunas deciden
tener el hijo a pesar de ser fruto de un adulterio, un incesto, el fallo de un
condón o una violación, no todas piensan igual y muchas, prefieren abortar.
Hasta que las condiciones no sean las que expuse más arriba y las mujeres
sólo se queden embarazadas cuando lo desean y de la manera que escogieron, sé
que seguirá habiendo abortos y lo lamento mucho, pues no me gustan nada.
Sinceramente creo, cómo tú, que la vida es muy importante, tal vez NO lo
más importante, pero sí mucho. Por tanto, porque defiendo la vida, me preocupan muchas vidas, la de
las otras mujeres y la de sus hijos, los ya nacidos y los por nacer.
Ni tú ni yo podremos oponernos a que las mujeres y las niñas decidan
abortar pues esa decisión es de ellas, y lo harán con o sin nuestro beneplácito
si deciden hacerlo. En circunstancias seguras o poniendo en riesgo sus propias vidas.
Lo único que podemos decidir tú y yo, ya que las leyes se hacen supuestamente
entre todos, es si el aborto será legal o no. Defiendo el derecho de todas las mujeres del mundo de hoy (lleno de
violencia y de violaciones de todos los tipos) a abortar y respeto la decisión
de ellas de hacerlo o no. Yo misma nunca aborté y siempre les garanticé a mis
hijas que recibiría con amor a cualquier nieto o nieta que ellas me den, (sea como sea
concebido), respetando siempre que, finalmente, será decisión de ellas parirlo o no. Espero que ellas nunca necesiten considerar la posibilidad de abortar, pero
soy consciente de que muchas mujeres y niñas pasan por ese trance.
¿Es una decisión dura y difícil? Sin duda. ¿Es mucho mejor no quedarse embarazada para no tener que abortar? Por
supuesto. ¿Puede el mundo garantizarnos a todas que sólo nos quedaremos embarazadas
cuando lo deseemos? No
Por tanto, luchemos para que las condiciones cambien y permitan que ninguna
mujer se vea en el dilema de abortar. En vez de condenarlas por hacerlo a escondidas
o simplemente por hacerlo en las condiciones de hoy, pongamos nuestro esfuerzo en
pro de que ninguna mujer considere el aborto una necesidad. Yo también creo que hay que luchar por la vida. Una vida mejor para todos y todas, para los que ya estamos aquí y para los
que vendrán.
No creo que la condena a las mujeres y niñas que abortan, el perseguirlas,
el insultarlas o el acorralarlas, sea una manera constructiva de luchar por ese
mundo que deseo y que supongo deseas también. Y espero que tampoco sea esa tu forma
de defender la vida, hombre que estás contra el aborto. La violencia (verbal y física) con que muchos aseguran defender la vida de
los niños no nacidos, olvidándose de la vida de sus madres, no es ni más ni
menos que otra forma de violencia contra las mujeres y las niñas. Ellas ya están bastante machacadas por el sistema.
Ya estamos bastante machacadas por las circunstancias.
No caigas en esa trampa.
Isabel Salas