sábado, 7 de marzo de 2020

OLVIDAR


 Dices que olvidas
los golpes, los portazos,
los gritos,
los tortazos,
las idas y venidas
que destilan tu odio 
y tus detritos.

Y dices que es mentira,
que yo lo invento todo,
que son mitos, 
leyendas,
maldades con que quiero
sepultarte  en el lodo.

Tu olvidas cuando bebes, 
que eres un hombre.

Te transformas
y eres 
mi peor pesadilla,
golpeando mi alma
como si fuera
piedra o arcilla, 
madera que sin pena,
conviertes en astilla.

  Te olvidas del honor,
del amor,
del cuidado, 
de todas las promesas
que hiciste 
al llegar a mi lado.

Rompes, asustas,
golpeas,
interrumpes, 
hieres, empujas
y después,
juras que olvidas
que no recuerdas nada,
o que todo es mentira,
inventada por mí, 
la bruja que conspira,
la vaca,
la traidora,
la puta despeinada.

Yo,
 que no bebo,
no olvido, ni perdono
ni quiero que regreses.

Quiero que salgas,
te alejes y te pudras,
que llores y revientes,
lejos de aquí,
sin importar que sientes,
fuera de mí.

Isabel Salas

jueves, 27 de febrero de 2020

CORONAVIRUS



A aquella falsa moneda,
de la que hablaba la copla,
que de mano en mano iba,
y a quien todos repelían
de Carpi a Constantinopla,
le salió un competidor
más rechazado que ella,
pues además de infractor
que no respeta fronteras
es causante de estupor,
de miedo, de descontrol
de fiebre, tos y dolor.

Fue coronado en Wuhan,
fiscalizado en Japón, 
confinado en un crucero,
y estornudado por Juan,
escondido en un rincón.

Analizado en Seúl
y llevado por Raúl
de La Scala de Milán
hasta la bella Dezful.

Coronavirus lo llaman. 
Lo comparan al Goliat
abatido por David,
mientras derrotarlo traman.
Aunque en esta situación
para vencer al Covid,
más que honda y puntería,
necesitamos unión.

Consenso, ponderación
y evitar la tontería
de esconder la realidad
alimentar la traición,
maquillando la verdad
o atizar la algarabía
de esta gran tribulación.

Mascarillas, alcoholes,
nuevos datos, pesadillas.
Ansiedad, conspiraciones.

Perfil de los afectados,
temor por los infectados,
llanto por los fallecidos.

Miedo por el porvenir, 
tristeza por lo perdido
y esa esperanza feroz
de que el sentido común
nos haga sobrevivir
y nos ayude a entender
que somos todos hermanos
y la Tierra
es nuestro nido.

Isabel Salas






domingo, 9 de febrero de 2020

SIN TÚ


Tú y yo sin tú, 
es sólo yo.

Un yo solito
que se sienta delante de tu espacio
y no sabe que hacer.

Si decir tu nombre 
envuelto en un grito
y dejar que se arrastre despacio 
hasta donde estés.
O esperar la hora 
en que lo que siento
pare de doler.

Tú y yo sin tú
es un yo sin aire.

Tan uno, tan sin ganas, 
tan sin saber qué hablar
ni qué decir.

Tan casa sin ventanas,
tan loco por amar
tan sin saber decir adiós 
ni cómo concluir.

Y tan sin tú,
tan yo sin ti.
Tan incapaz,
tan infeliz.

Isabel Salas


lunes, 3 de febrero de 2020

A SALVO





Tenía un nombre, unos padres, un trabajo con el que ganaba su dinero y amigos, muchos amigos. bastantes libros, una casa, un coche, un par de perros y tres cajas con fotos de parientes muertos de los que nadie en la familia recordaba el nombre. No había nada extraordinario en su vida, ni en él, para quien sólo juzga las cosas por las apariencias sin mirar la esencia. 

Exactamente es eso que hacen la mayoría de las personas, quedarse con la primera impresión y pasar de largo cuando se cruzan con personas como él.  Y es gracias a eso que las personas extraordinarias pueden pasar desapercibidas para la gran masa. 

Se mantienen seguros en tanto en cuanto el rebaño ignore que existen.

Isabel Salas

viernes, 31 de enero de 2020

KIKA


Cada día más sabia y mañosa, (también más cieguita) pero siempre compañera y dispuesta a todo por sus seres queridos, que somos mi hija y yo, ya que el resto de la familia volvió a Europa.

Desde hace meses duerme debajo de mi cama y ya no quiere quedarse fuera de noche. La verdad, me gusta este cambio y me agrada sentirla cerca. A veces suelto la carcajada, en plena madrugada, al escuchar las cosas que dice mientras sueña o al ver lo rápidamente que sale de de su escondite cuando suena el despertador, como si tuviera mucho que hacer y estuviera atrasada.

Apreciar el amor de los animales que viven con nosotros, sean perros, gatos o cualquier otra clase de mascota, es sin duda uno de los placeres de la vida.💙 En casa tenemos suerte de contar con ella, con su lealtad a prueba de bombas y con la paciencia que le echa a nuestros gatos.


lunes, 27 de enero de 2020

ALICIA EN EL PAÍS DE LOS SUEÑOS





Hace mucho tiempo alguien hizo soñar a Alicia, y ella, soñó.


Dócilmente, sin resistencia, como aquella otra niña del mismo nombre que persiguiendo un conejo cayó en el mundo de las maravillas, nuestra Alicia se dejó abrazar mágicamente por una ilusión bonita que, aunque irreal, la hizo feliz, le puso estrellas en los ojitos, le recordó sensaciones vividas en otras vidas y le permitió conjugar el verbo anhelar en cada suspiro de su alma enamorada.


Algo mágico e increíble se le ofrecía como concreto y posible, alguien le dijo ven, ven con total confianza, nada temas, soy de verdad, nunca miento, soy tu cura y tú la mía, contigo la noche oscura, se pierde en la lejanía.

Y ella, que se había olvidado de lo que era amanecer escuchando, alborozado, el latir del corazón del ser amado, se lo creyó. Extendió sus brazos, abrió su sonrisa y se lanzó al abismo con su vestido azul de luna y tul.

Sintió que por fin había llegado su momento, que el amor de los libros de amor que nada en las canciones románticas con sus aletas de luna, ese que desde niña había deseado encontrar frente a frente, por fin, se materializaba delante de ella y decidió vivirlo en plenitud, sin barreras, sin dudar de nada a pesar del miedo inicial que la hizo pensar en desistir de aquella perfección tan exageradamente perfecta que la hacía temer, a ratos, que fuese un espejismo.

Como tantas Alicias, antes y después de ella, dejó que los deseos nublaran su razón, y puso la música bien alta para dejar de escuchar la vocecita que sin cesar le decía que no , que aquello era mentira, que era un juego cruel, un oasis intangible, inmaterial e imposible.

Y como tantas veces pasa en las películas de terror, cuando más confiada estaba, y más segura de que aquel bello amor, era suyo y para siempre, la ilusión se rompió, la cortina de la realidad se hizo densa y él, su adorado compañero, simplemente se fue con otra y la dejó.

El viento tronchó la flor y Alicia, se despertó.

Isabel Salas


viernes, 17 de enero de 2020

VERANO


Un verano de mucha paz, con la posibilidad de estar revisando el próximo poemario y el final de la novela.

Hace tiempo que no empezaba un año con tan buenas expectativas y a pesar de que no todo lo que nos rodea está como nos gustaría en casa, todas sentimos que soplan buenos vientos y tenemos ganas de ir viendo como se suceden los próximos acontecimientos.

Tiempo de cosechar algunos buenos frutos y de dejar que otras cosas caigan por su propio peso. De ejercitar la paciencia adquirida y de imprimirle velocidad a lo que puede ser acelerado.

De tomar el sol, de descansar en la sombra y de agradecer por tanta protección y tantas maravillas. De escuchar música, de cocinar, de dejar que la Kika duerma bajo mi cama aunque no haya tormenta y de mimar a Pandora que cada día me saca una sonrisa (como mínimo) desde que llegó a nuestra vida.

Un buen verano, y muchas ganas de que todo salga tan bien como parece.