martes, 15 de septiembre de 2020

AMOR



Como siempre el amor
brillando en las sonrisas,
en el pelo, en los besos
y hasta en los huesos
que recubre la piel.

Siendo el fervor ardiente
que cocina sin prisas
los ingredientes
en el zarapatel.

Ese amor que ilumina
reinventa, embellece
eclosiona y germina.

Amor reparador
que retira la espina,
borra el dolor,
todo lo invade,
y todo lo domina.

Amor siempre infinito,
que de nuevo renace,
convirtiendo en real
el soñado ideal
del misterioso mito.

Sabio amor inmortal,
amor bonito,
que con dulzura
convierte en manantial
la febril calentura 
del fuego genital.

Ese amor tan hermoso
que todo lo trastoca
me saluda glorioso
invencible y feliz
desde tu hermosa boca.

Y convierte en jardín
el camino de miel
que lleva a los amantes,
de Londres a Berlín.


Isabel Salas




Para Carmen y Uri, dos que se quieren y hacen brillar el sol con su amor, sus fotos, sus planes y sus enormes ganas de vivir.💓

martes, 8 de septiembre de 2020

BUKOWSKI





¿Bukowski se pondría mascarilla?
¿Acataría la versión oficial?
¿Le escribiría versos al "cabal"?
¿Se espantaría de esta pesadilla?

¿Pediría clemencia en la capilla
y aceptaría la indulgencia papal?
¿Guardaría la distancia social
o ya estaría hasta la coronilla?

¿Gozaría la pandemia bisiesta?
¿Desearía la feliz vacuna
que nos libre de esta fase funesta?

¿Sospecharía, que sin duda alguna,
tras la nueva realidad impuesta,
a la pandemia le sigue la hambruna?

Isabel Salas



















Siempre actual, siempre acertado, Bukowski tiene algunos poemas que sin duda han sido muy impactantes para mí. No sé si él y yo nos hubiéramos llevado bien si nos hubiésemos conocido personalmente,  tal vez no porque después de una única experiencia conviviendo con un alcohólico, no me quedaron ganas de repetir. Sin embargo eso no quita que tengamos en común muchos puntos de vista y sobre todo que lo admire muchísimo como escritor.

El poema que comparto a seguir me inspira a luchar por lo que creo justo. Sé que nadie me salvará o salvará a mis hijas, ese es mi trabajo y con certeza merece la pena intentarlo. Nadie salvó a las personas que entraron sumisas en los vagones camino de los campos, y nadie nos salvará de la corrupción de la justicia, de los degenerados que lo contaminan todo con sus nuevas filosofías, de la mediocridad de los profesionales de salud, de los políticos pederastas ni de los psicólogos de los equipos psico-sociales entrenados para cuidar del mayor interés de los violentos.

Tal vez muramos intentando salvarnos, pues tal y como dice Bukowski, no hay garantías de éxito ni podemos guiarnos por las probabilidades. Sin embargo, no dejarse aplastar en una forma de victoria, la única que no entienden los corruptos y los degenerados, porque ellos ya están muertos.

NADIE SINO TÚ


Nadie puede salvarte sino tú mismo.
te verás una y otra vez 
en situaciones casi imposibles.
intentarán una y otra vez 
por medio de subterfugios, 
engaños o por la fuerza 
que renuncies, te des por vencido 
y/o mueras lentamente, por dentro.

Nadie puede salvarte sino tú mismo
y será muy fácil desfallecer
pero muy fácil,
pero no desfallezcas, no, no.

Limítate a mirarlos. escucharlos
¿quieres ser así?
¿un ser sin cara, sin mente,sin corazón? 
¿quieres experimentar la muerte antes de la muerte? 

Nadie puede salvarte sino tú mismo 
y mereces salvarte.
No es una guerra fácil de ganar
pero si algo merece la pena ganar,
es esto.
piénsalo.

Piensa en salvarte a ti mismo.
tu parte espiritual.
la parte de tus entrañas.
tu parte mágica y ebria.

Sálvala. 

No te unas a los muertos de espíritu.
Mantente con buen talante y garbo 
y al cabo, si fuera necesario,
apuesta tu vida en plena refriega,
al carajo las probabilidades,
al carajo el precio.

Nadie puede salvarte sino tú mismo.
¡Hazlo! ¡sálvate!
Entonces sabrás exactamente de qué hablo.

Charles Bukowski


lunes, 24 de agosto de 2020

BENDICIONES



Así es el pobre Rodrigo,
tan inmoral, tan bruto,
tan puto, tan moñigo.


Un necio tragavirotes, 
bobalicón lechugino
escarnio de los zelotes,
cantamañanas dañino.

De niño, un lerdo cretino
arrogante, malicioso,
barriobajero mocoso
y eterno zangolotino.

De adolescente, un rufián
un pertinaz zurumbático,
un berzotas haragán
y un estulto sistemático.

De grande, un vil badulaque
un cebollino pazguato,
un gilipuertas jicaque
y un cenutrio mojigato.

Así es el pobre Rodrigo
el mediocre mentecato
al que desde aquí, bendigo.


Isabel Salas


miércoles, 19 de agosto de 2020

VERDAD UNIVERSAL



En algunos casos, las personas que, por una u otra razón,  hemos pasado por la experiencia de vivir con miedo durante muchos años, desarrollamos una especie de resiliencia plus que pocos pueden entender. Que la mayoría no comprenda exactamente de qué hablamos cuando nos referimos a lo que nos sucedió es casi positivo, significa que no hay tantas personas que hayan pasado por esa vivencia y que los que hemos bebido el trago amargo del terror doméstico, o de otros tipos de terror, somos una minoría. 

He tenido la suerte de aprender con otras mujeres que pasaron por esa tremenda experiencia, a recomponerme, a interiorizar y asimilar lo que realmente sucedió y sobre todo a entender que no tenemos ningún tipo de responsabilidad en el hecho de haber sido víctimas de violencia, sea física, psicológica o institucional. Esas teorías delirantes tan de moda, que intentan responsabilizar a la persona que sufre algún tipo de agresión insinuando que  no logró decretar correctamente lo que deseaba, que no supo hacerse respetar, que no consiguió ver a tiempo que tipo de anormal estaba incluyendo en su vida, o que afirman que el universo le mandó un maltratador o un violador porque ella no supo explicarse, y que existe un "secreto" que la enseñará a no fallar más... francamente, son tan dañinas como la misma agresión.

Cuesta mucho tiempo recuperarse de una experiencia tan devastadora como es convivir diariamente y en tu propia casa, con las amenazas, el miedo y las agresiones y cuesta mucho esfuerzo también,  perdonarte por sentirte mal (como dicen esas teorías new age) por haber escogido a la persona equivocada,  no haber podido poner fin antes a la convivencia o no haber "sabido" poner límites a quienes te machacan desde las instituciones.

Aprendí con esas mujeres, que vivieron lo mismo que yo, que todas pasamos por un proceso más o menos parecido y que todas tuvimos un periodo de incubación desde el primer día de terror hasta que por fin,  conseguimos reaccionar y poner un basta en el infierno que estábamos viviendo. Aprendí con ellas, que justamente ese día se inicia otro proceso también muy doloroso y que igualmente dura años: el desafío de reconstruirnos partiendo de una autoestima aniquilada contando además, con  unas fuerzas muy escasas. 

Ese trayecto, algunas de nosotras lo iniciamos con hijos a cargo y otras con los hijos ya mayores o sin hijos, muchas con un gran apoyo de la familia, otras sin familia o familias que no tienen interés en participar de ese proceso, algunas cuentan con un trabajo bien remunerado y otras están prácticamente en la indigencia. Aprendemos que cada caso es un caso diferente y exclusivo en el que, aún así, se producen coincidencias muy impactantes con el de otras mujeres del grupo. Todas estamos de acuerdo en que tenga el tamaño que tenga el vaso de hiel que nos hicieron beber, hay una gotita que es la que rebosa, la que nos hace dar el paso fuera del infierno.

Coincidimos en que la presión que nos vimos obligadas a soportar fue también, el día en que  conseguimos  las fuerzas necesarias para empezar el camino de regreso a nosotras mismas, la fuerza que usamos para el proceso de sanación y fortalecimiento.

Aprendemos muchas cosas juntas y entre risas y llantos nos damos cuenta que  hemos sobrevivido a algo de lo que muchas mujeres no  consiguen salir. Tal vez algunas no supieron reconocer la gotita que marcaba el principio del fin y enloquecieron, se suicidaron, enfermaron o las mataron. Las que sí supimos ver que seguir sería sinónimo de locura, enfermedad o muerte, somos las que nos encontramos en esos grupos de mujeres sobrevivientes donde somos al mismo tiempo doctoras y pacientes. Allí somos ayudadas y a todas ayudamos los días que nos encontramos mejor.

Hoy, cuando tanta gente en el mundo vive aterrorizada por las circunstancias sanitarias y políticas y donde la presión hace que muchos enfermen, enloquezcan, se empobrezcan y caigan en la desesperación, increíblemente, somos nosotras, con nuestra resiliencia tantas veces puesta a prueba y nuestra experiencia en reconstruir partiendo de las ruinas y usándolas como cimiento, las que inesperadamente estamos consiguiendo ayudar a otras personas. Cuando además de todo lo que significa haber sufrido violencia, hemos tenido que enfrentar también la figura detestable del pretendido síndrome de alienación parental, una enfermedad inventada que se utiliza en los juzgados, la capacidad de re-inventarnos se incrementa hasta límites desconocidos.

No es que tengamos muchos recursos materiales, pero sí poseemos gran fortaleza espiritual, y eso es lo que más se necesita en tiempos difíciles. En los últimos meses,  hemos notado como más personas nos buscan y se fortalecen con nuestros sencillos consejos o las reflexiones que compartimos con ellos. Como muchos hoy, sabemos muy bien lo que es ser tratada de mentirosa, exagerada, conspiranoica o manipuladora.

Hace unos días comentábamos en una de nuestras reuniones que no nos sorprende que haya sido precisamente en Alemania donde se iniciara hace pocas semanas el movimiento de los Médicos por la Verdad, ya que los alemanes, lo mismo que nosotras, vienen de un proceso idéntico de re-edificación sobre escombros. Encontramos natural que hayan sido ellos los primeros en hablar de crear comisiones de investigación y comités de expertos independientes que no sean esclavos de las grandes compañías farmacéuticas etc. Lo mismo que nosotras proponemos sin que nadie nos oiga desde hace años, que se creen comisiones de médicos y abogados que desmantelen esa farsa del inexistente s.a.p.

Los médicos italianos empezaron con las autopsias, los alemanes con los datos sobre los tests, los de España y otros países se unieron y nosotras esperamos que el deseo de justicia y verdad no se les termine cuando se acaben los confinamientos. Miles y miles de niños y madres víctimas de la corrupción legal y judicial esperan que los médicos también se pongan a investigar qué sucede en los juzgados donde psicólogos seguidores de las teorías pederastas del médico depravado y suicida Richard Gardner, diagnostican a los niños que denuncian la violencia de sus padres como niños alienados y culpan y diagnostican a sus madres como supuestas alienadoras recetando para la cura de esa inexistente enfermedad la medicina más cruel que se pueden imaginar, separar y aislar al menor de la madre y entregarlo al padre acusado por el niño de violencia o abuso sexual.

La verdad es muy grande y todos debemos caber en ella, debe ser universal y cobijarnos a todos bajo su manto de libertad. No sólo los enfermos correcta o incorrectamente diagnosticados con covid (usando métodos de diagnóstico válidos o no) necesitan a los médicos que piden que brille la verdad, sino todas las personas violentadas en nombre de pretendidas enfermedades. Mientras la OMS mira para otro lado, como suele hacer, en cuanto masacran inocentes y defiende los intereses de sus patrocinadores, los niños y sus madres hace décadas que sufren en silencio esta pesadilla. Fuimos las madres sap las primeras en acusar a la OMS de corrupta y sinvergüenza, como protectora de pederastas y violentos con su silencio cómplice.

A pesar de las miles de denuncias de niños y mujeres sobre la masacre que se está llevando a cabo en los juzgados, los médicos no han escuchado y menos se han lanzado en defensa de esos miles de niños. Simplemente no saben que existen. Esperemos que ahora, tras esta tormenta, tengan tiempo y energía para luchar también por las víctimas del supuesto síndrome  diagnosticado en los juzgados del mundo desde 1985 ante la impasibilidad de los medios, los colegios profesionales, los  supuestos defensores de los DDHH y las autoridades que por supuesto incentivan y son responsables de esa aberración en muchos países del mundo, existiendo incluso leyes basadas en ese supuesto y jueces que penalizan pecados diagnosticados por los equipos psicosociales (como la envidia o la mentira) metiendo en la cárcel a las madres cuando sus hijos se niegan a ser vinculados con violentos.

Realmente este mundo necesita urgentemente médicos, abogados, periodistas, jueces, etc amantes de la Verdad.




Isabel Salas



sábado, 1 de agosto de 2020

ROCKBERTO

ENLACE PARA ESCUCHAR LA CANCIÓN





Pensé escuchar un poco de Loquillo y después ponerme a escribir un rato, pero una cosa lleva a otra y acabé escuchando unas charlas TEDx para terminar mi noche disfrutando TABLETOM, no tiene explicación.😊😍💙


      La parte chunga

Bella contradicción, enigma amado,
la rosa se eterniza en las tabernas.
liviana juventud, muestra las piernas
para que el viejo Dios viva endiablado.

A fuerza de ternura y de botellas
logramos que también Dios tangueara,
era normal de Dios que se endiosara
y llamase Señor de las estrellas.

Pero que emperador fuera del todo
y vitalicia majestad del uno,
que fuera el éter y que habitara el lodo
y la torta Ramón de mi desayuno…

Venga, por Dios, un poco de respeto,
y aquel día perdimos la paciencia,
y en lugar de la cruz, el amuleto
al cuello nos colgamos de la ciencia.

Aquel fisgón abstracto y timorato,
aquel glorificado absolutista,
no lo mato el materialismo chato
ni la bomba infantil del anarquista.

Es la parte chunga de nosotros mismos..
Es la parte chunga de nosotros mismos..
Es la parte chunga de nosotros mismos..
Es la parte chunga de nosotros mismos..

Y es que Dios no solo es la espiga ni el minuto,
ni la azarosa Historia y sus abismos.
Dios es la copa, el chute y el canuto:
Los martes trece de nosotros mismos.

Es la parte chunga de nosotros mismos..
Es la parte chunga de nosotros mismos..
Es la parte chunga de nosotros mismos..
Es la parte chunga de nosotros mismos..

Y es que Dios no solo es la espiga ni el minuto,
ni la azarosa Historia y sus abismos.
Dios es la copa, el chute y el canuto:
Los martes trece de nosotros mismos.


ROCKBERTO

viernes, 24 de julio de 2020

ENJALMA



Me gusta imaginarte así,
caminando helado por un lugar hostil,
pedregoso, hosco,
inhóspito bañil.

Tus zapatos mojados, 
tus pies fríos,
tus ojos blindados,
tus hombros caídos.

Y en el centro del alma
la duda eterna, 
palpitante,
del que habría pasado,
de haber tenido enjalma
y mano tierna
en aquel cruel instante
en el que para ti
haberme  amado
pasó de ser posible
a ser la opción averna.

Isabel Salas 




sábado, 18 de julio de 2020

LECHE MATERNA ¿ARTIFICIAL?


Una de las últimas tendencias mundiales desde los gobiernos y desde las corporaciones empresariales que gobiernan a nuestros gobiernos, es tratar de volvernos locos con la neolengua y todo el cúmulo de disparates  derivados de semejante práctica.

Ya no basta que tratemos de deshacer el nudo  que se nos forma en cada neurona cuando nos intentan convencer de que lo amarillo es verde o que lo rojo (si se siente verde), también lo es. Tampoco es suficiente con los despropósitos que defienden nuestros políticos  y los nuevos gurús "sabelotodo", al acatar los dictados de sus dueños, que son los que pagan y por tanto quienes mandan. No, todo eso resultó poco y ahora también tenemos las neoleyes, cuya función es decretar la realidad y no gestionarla ni facilitarnos algún tipo de  ordenamiento que permita (al menos presuntamente) vivir o convivir en relativa armonía.

En estos días, y para completar el bello cuadro surrealista que están pintando con nuestra sangre, sudor y lágrimas, en plena nueva anormalidad, del mismo basural donde brotaron los neoadjetivos, los neosustantivos, las neofobias y todos los otros desatinos coronados y plebeyos, si Dios no lo remedia, pronto nacerá también la neoleche materna.

Como si nuestras preciosas tetas de hembras humanas no fueran lo bastante maravillosas para producir la leche que nuestros hijos necesitan, nacerá próximamente otra nueva leche artificial, a la que llamarán nueva leche materna. Nos la intentarán vender como una alternativa más ecológica que las otras leches artificiales y tan materna como la nuestra porque en vez de hacerse a partir de leches animales, se fabricará usando células de nuestras propias glándulas mamarias. 

Por lo visto, Michelle Egger, una ex empleada de Bill Gates muy bien recolocada a día de hoy en otra empresa,  ha contado los pedos de las vacas que producen la leche con la que se fabrican las leches artificiales actuales y el agua que esas vacas bebieron y se ha agobiado tanto con el resultado que ha tenido la increíble idea de fabricar otra leche que le haga la competencia a las actuales, mucho menos pedorra que las otras leches de marca. Algo nunca antes considerado por los gestores de las empresas del planeta.

Los pedos de vaca, por si no lo sabías no se cuentan por unidad, sino por la cantidad de CO2 que producen, y a la buena de Michelle le ha salido que para alimentar a un niño con leche artificial durante un año se producen 5.700 toneladas métricas de CO2 y se consumen 4.400 galones de agua dulce. ¡Imagínate!

¡Hay que ver lo que bebe una vaca! Ya me di cuenta hace mucho tiempo de una cosa, estas cuentas tan raras que hace esa gente tan gananciosa nada tienen que ver con una inocente pasión por las matemáticas. Al igual que otras armas, esas cuentas, las carga el diablo.

También me di cuenta de otras cosas y una de ellas es que quien controla la natalidad controla el mundo y que controlar la natalidad, pasa por controlar la maternidad. Esto último requiere (bajo el prisma de los monstruos que nos gobiernan) controlar a las mujeres, ya que somos las que parimos. Para tal fin, no miden ni nunca midieron esfuerzos y todo les parece poco, desde obligar a las niñas a casarse, cortarles el clítoris, prohibir el divorcio bajo preceptos religiosos o penalizar el aborto incluso cuando la gestante es una niña de nueve años embarazada de su padre o de otro violador.

No está en los planes de ningún gobierno (y nunca lo estuvo) cuidar a las mujeres, proporcionarles una excelente educación o garantizarles una vida sin sobresaltos ni violencias para que cuando decidan conscientemente ser madres (caso lo deseen), sean además excelentes personas, responsables, cultas, comprometidas y felices. Es decir, buenas y sanas personas preparadas para ser excelentes madres.

Es cierto que  optar por esa vía requeriría de políticas destinadas a mejorar la sociedad y no a controlarla, como hoy. Se incentivaría, como debe ser, que sólo nacieran los niños que sus madres deseen tener, como también debe ser.  El tema de la natalidad estaría entonces, y por primera vez en la historia de la humanidad, controlado por ellas, por nosotras, las hembras humanas, y esto es algo que de ninguna forma conseguiremos las mujeres que la sociedad acepte,  sin pagar un altísimo precio. Deberemos conquistar ese derecho como se conquistan todos los derechos, luchando por él.

Una sociedad feliz formada por la suma de individuos felices que desde que abren los ojos al mundo sólo reciben cariño, besos y excelente alimentación, educación y sanidad, sería lo deseable para todos, hombres y mujeres, porque no olvidemos un detalle, las mujeres parimos machos y hembras indistintamente y todos y todas nos veríamos beneficiados. 

De momento estamos en una sociedad donde se prefiere invertir en arrancar los úteros a las jóvenes en India y en usar las glándulas de nuestras tetas extirpadas para producir leche a la que llamarán maternal, olvidándose muy convenientemente esos desalmados que lo que hace maternal  una leche no es que provenga de una glándula nuestra o de una vaca, lo que la hace maternal es que la producimos las madres para nuestros bebés.

Es muy lamentable que algunas mujeres, por alguna enfermedad o algún motivo nefasto no consigan amamantar a sus hijos, es lógico que para ellas deban existir alternativas artificiales o bancos de leche materna, que serían la mejor solución, así como existen los bancos de sangre, pero lo deseable, lo humano, lo natural, lo correcto, lo más sano y lo que hace más felices a la madre y al bebé, que será un día adulto, hombre o mujer, es la lactancia materna realizada en paz.

Yo también me puse a contar, pero en vez de contar pedos de vaca me puse a contar los meses que pasé amamantando, y me salieron cuatro años entre mis dos hijas. Las dos mamaron hasta que lo desearon y me hace muy feliz recordar esos momentos. Sé que no todas las madres pueden dedicar tanto tiempo a ese menester, muchas necesitan reincorporarse al trabajo al tercer o cuarto mes y sacarse leche con los ordeñadores es muy doloroso.

Sé que fui y soy una mujer afortunada que pudo y puede disfrutar de la maternidad en todas sus facetas, y por eso, porque sé como es importante que exista ese primer vínculo entre madre e hijo es que deseo que todas las madres y sus hijos puedan tenerlo. Ese vínculo que nace durante los primeros meses de la gestación, que se fortalece con la crianza en apego y que es imposible de romper. Quebrarlo, o tratar de hacerlo, como intentan hoy tantas leyes, es una forma de agresión comparable a la peor tortura.

Espero que un día  cambie esa mentalidad que guía a los que mandan y acepten que la única manera de tener ciudadanos y ciudadanas responsables y comprometidos con nuestra sociedad, es teniendo niños felices, bien alimentados y amados y que eso pasa necesariamente por tener mujeres dichosas en todos los sentidos, con buena salud y protegidas de cualquier tipo de violencia.

El vínculo, el apego que cualquier hembra mamífera siente por sus hijos, es lo más cercano a algo sagrado que conozco. La mirada de un bebé mientras sonríe con la teta en la boca es el tipo de experiencia inolvidable que marca a cualquier mujer para el resto de su vida. Cuando tantas voces se levantan en pro de los hijos "socializados", propiedad de los estados y gestionados como si fueran un negocio, la mía se levanta pidiendo sentido común y políticas humanizadas que permitan a nuestros niños mamar, crecer y ser protegidos por mujeres felices de ser sus madres, solas o en pareja.

Y que la protección se limite a las consecuencias de una caída, a un refriado, a una indigestión o a una lluvia fuerte, no como hoy, cuando la maternidad se ha convertido en deporte de riesgo.

Isabel Salas




martes, 14 de julio de 2020

HEROÍNAS



Las dos juntas, comiendo mandarinas,
en nuestra intimidad compenetrada,
cuidamos la salud debilitada
compartiendo las dulces vitaminas.

Luchamos por hacernos heroínas
abrazaditas cada madrugada,
esperando la luz de la alborada
que atraiga a las oscuras golondrinas.

Nos acompañan risas y poesías, 
la perra Kika y la gata Pandora
que alivian la inquietud de nuestros días.

Y aunque la oscuridad sea opresora,
compartimos sueños y fantasías
sabiendo que pronto vendrá la aurora.

Isabel Salas