Comparo mi vida con el tiempo que le lleva a una estrella hacer cualquier cosa y me doy cuenta de lo rápida que está pasando. Como soy efímera. Soy más fugaz que cualquier estrella y eso me hace sonreír. No soy un polvo cualquiera, soy polvo de estrellas fugaces.
lunes, 21 de septiembre de 2015
LA RAZÓN
Y lo peor es que tener la razón, muchas veces no sirve de nada, a veces me siento como ese ciclista que muere atropellado porque el coche se saltó el Stop, muere cubierto de razón, el error es del auto, pero quien muere es él.