En mi balcón,
macetas con geranios.
Y tú,
en la sonrisa
de mi corazón.
En mi piel,
la huella de tus manos.
En mis oídos,
tus palabras de miel.
En mi cuerpo,
músculos olvidados
me recuerdan tras estar contigo,
como pueden doler
después de desbocados.
En mi alma
el olor de la tuya,
que es la paz de la mía
y mi calma.
Isabel Salas
después de desbocados.
En mi alma
el olor de la tuya,
que es la paz de la mía
y mi calma.
Isabel Salas