Allí, dentro del kaos interno que todos somos,
en medio del desorden de ruidos y lamentos, al lado de los gritos
infernales de las dudas eternas, justo detrás del grupo de demonios
hambrientos, consigo ver, que algunas personas por alguna razón, consiguen preservar un pedacito intacto, como el que tienes tú.
Un pedazo de algo donde no crece nada malo, el terreno sagrado. Ese suelo perfecto al que llamo Tierra Pura y que tú, por increible que parezaca, tienes.
Tal vez lo tengan todos, pero lo dudo.
Es tan difícil conservarlo que muchos no lo consiguen. Se contamina por tantos motivos y tantas circunstancias, que llegar a viejo y preservar cada uno el suyo es una tarea casi imposible. unos pocos lo consiguen, por suerte o por sabiduría, por habilidad o por azar, y contra todo pronóstico, mantienen su pedacito de Tierra Pura para siempre.
Yo veo la tuya.
La veo como ven los niños los dulces de la confitería, a través del cristal, sabiendo que aunque no son suyos, existen, y tal vez un día, junten las moneditas que les permitan entrar a escoger el suyo. Yo junto estrellas para ti, por si un día me dices que la puerta está libre, la entrada franca y que el cielo de tu Tierra Pura necesita mis estrellas para brillar mejor.
Isabel Salas
Isabel Salas