"Porque tú
formaste mis entrañas;
Tú me hiciste en
el vientre de mi madre.
Te alabaré; porque
formidables,
maravillosas son tus obras;
Estoy maravillado,
Y mi alma lo sabe
muy bien.
No fue encubierto
de ti mi cuerpo,
Bien que en oculto
fui formado,
Y entretejido en
lo más profundo de la tierra.
Mi embrión vieron
tus ojos,
Y en tu libro
estaban escritas todas aquellas cosas
Que fueron luego formadas,
Sin faltar una de ellas."
Salmo 139,
versículos 13 al 16
El salmo 139 es un poema que celebra la omnipresencia y la omnisciencia de Dios, destacando su conocimiento íntimo y el cuidado amoroso que prodiga cada ser, desde antes de su nacimiento hasta su existencia completa.
El salmista, como yo, reconoce que Dios es el creador y sustentador de la vida desde el mismo momento de la concepción en el vientre materno. Él afirma que Dios está presente en cada etapa del desarrollo fetal y yo misma puedo dar fe de ello pues dos veces pasé por la experiencia de gestar.
Dios conoce todo sobre la vida de cada individuo antes incluso de su nacimiento.
El salmista expresa gratitud y alabanza a Dios por su maravillosa obra en la formación y desarrollo de cada uno de sus hijos y yo, igualmente le agradezco el haberme dado el privilegio de participar en ese milagro que es traer dos de sus hijas al mundo.
Mis hijas son el fruto de mi vientre y el amor más bello de mi vida.
:Isabel: Salas.