sábado, 11 de noviembre de 2023

CEDER



A veces tienes que ceder.

Eso te dicen, que en la vida hay que saber ceder y tú, que quieres ser sabia y portarte bien, cedes.Y cedes desde que te echas a andar, maldita sea.Transiges en la escuela,  en el tobogán del parque, en el kiosko de palomitas. Cedes con tus hermanos, con tus hijos, con tus hombres.

Cedes asientos en el autobús y cedes la vez en la fila de la carnicería porque esa otra mujer parece aún más cansada y más triste que tú y llegó arrastrando esas piernas llenas de varices gruesas como dedos y a ti se te ocurre que cederle el lugar es una idea estupenda, así que lo haces y la haces sonreír y ella dice gracias y después le regalas tu tiempo y escuchas cómo te explica que está esperando que la llamen para operarse desde hace trece meses mientras tú piensas cuánto tendrás que esperar tú cuando tus venas te abracen por fuera y quedarte en pie sea una tortura.

Cedes también la película en el videoclub a tu vecino depresivo que estaba loco por verla o en las discusiones con tu cuñada porque no quieres joderle la puñetera Nochebuena a nadie, y menos a tu suegra que cuando se queda contrariada le da por beber y al final te toca a ti llevarla a urgencias. Poco a poco te vas perfeccionando en el arte de ceder y un día estás cediendo en la negociación de gananciales a la hora de una separación o en el valor de tu hora laboral porque más vale un grifo goteando que cerrado cuando lo que gotea es dinero. Te especializas en el arte de ceder y cedes.

Cedes y cedes hasta que un día de pronto, te das cuenta que ceder se parece demasiado a conceder, a transigir, a dar o a entregar. Con la boca seca saboreas el sabor de otros verbos más cabrones como consentir, abdicar o claudicar y te parece que tienen el mismo gusto que desistir y entonces, simplemente, decides que ya no cedes más de momento.

Recuerdas que una vez te dijeron que a veces hay que bajar un escalón para poder subir tres más tarde y que lo bajaste, y más de dos y más de tres, y hoy, de pronto, así como si hubiese llegado volando desde quién sabe dónde, se ha posado ante ti la hora de empezar a subir de nuevo. Levantas el pie, calculas la altura y decides que no cedes más. El escalón es tuyo, el pie también, la rodilla y las ganas de subir. Todo lo tuyo quiere subir y los primeros pasos te llevan ante una librería especializada en diccionarios.

Cuando te preguntan que deseas , la respuesta sale de tu sonrisa de par en par, oliendo a brisa de playa:

- Un diccionario de antónimos por favor.

Isabel Salas






domingo, 5 de noviembre de 2023

DESNUDEZ EXTREMA


  


Cuando te quites la ropa quítate también la vergüenza,
quítate el pasado, el miedo de que duela,
el asco.
Cuando te desnudes, desnúdate tanto
que vengas a mí, desnudo del todo.

No como el día que naciste.
No.
No quiero un niño.

Ven como aquel  día aciago
segundos antes de herirte,
 o justo media hora antes de la primera decepción 
o de la primera herida mortal.

Haz un viaje en el tiempo, 
si puedes,
y viste de nuevo aquella piel nueva
de hombre sin marcas.

Prepara tu pellejo y tu alma
tus ojos, 
tu boca. 

Ven a mí así.
Pizarra limpia, arena de amanecer.
Pared de caverna
antes de descubrirse el fuego 
y los pinceles.

Ven a mí así, con extrema desnudez,
que yo te quemaré con pinturas de fuego 
que no hieren
y te enseñaré  como se tratan
los que se quieren.

Isabel Salas

domingo, 22 de octubre de 2023

LOTERÍA

MADRE 
Autor Joaquín Sorolla



En este cuadro de Sorolla vemos a su esposa Clotilde y a su hija Elena descansando tras el parto. Sábanas limpias que desde aquí, tantos años después y a tantos kilómetros de distancia, aún huelen a jabón. Ambiente acogedor, paz, ternura y esa suave atmósfera de promesa y de futuro que parece rodear a cada bebé y, que en este caso, ha sido mágicamente capturada por el talento del padre pintor de la niña recién llegada.

Es uno de "esos cuadros" que, cuando juego, con mi hija menor, a fantasear en cómo gastaríamos el dinero si nos tocara la lotería, no puedo resistir incluirlo en mi lista ideal de obras de arte, junto a la Virgen del velo y otras pocas obras que siempre creo que deberían ser mías y adornar mi casa.😇😇😇😇😇😇

Sin embargo ella dice que la lotería ya nos tocó cuando la vida nos juntó haciéndonos madre e hija.

Tiene razón.





sábado, 21 de octubre de 2023

VACÍO






En este espacio vacío a mi lado aún me faltas, me faltas en cada paso del camino y en cada alegría. Me faltas todo el tiempo, de una manera rotunda, hueca y gris.

Incluso cuando te olvido, como hoy, después de olvidarte te recuerdo de nuevo. Un nuevo amigo, nuevas canciones, muchas risas, gratos momentos, y al decirle adiós, el peso de tu ausencia me aplastó, de improviso, antes de terminar de decir buenas noches. Nadie notó esa nube de ti que tapó mis estrellas. Nadie escuchó el frenazo en mis venas de la sangre espantada. Sólo yo supe el esfuerzo que me costó terminar de decir hasta pronto y como el ruido de la puerta del coche me pareció un portazo en el alma. 

Tu coche sonaba parecido, pero a mí me sonaba mejor, tu risa era más risa y tus canciones me cantaban más.

Hoy te olvidé un poquito más, un ratito, un instante... y al olvidarte otra vuelta de tuerca, recordé otra de tus mentiras: no eres tan fácil de olvidar como decías.

Isabel Salas








domingo, 15 de octubre de 2023

SIEMPRE

 

Si te mantienes al margen, si miras para otro lado, si sobrevives sin exponerte y sin  nunca usar tu cuerpo como escudo ante nada ni  nadie, la poesía, lamentablemente,  no te buscará ni se hará visible para ti. Ella vive justamente en donde  muchos no quieren posar su mirada, en esa sangre derramada dentro de un zapato nuevo, en esa lágrima al ver el diploma de tu hijo o en esa gotita de sudor que cae sobre el martillo que un anciano que trabaja como si la muerte no estuviera a pocos centímetros de su sombra.

Pero si te atreves a mirar lo real sin filtros, aunque moleste y no sea tan estético como te gustaría... entonces lo poético no será un adorno: comprobarás que casi es un subproducto inevitable del pensamiento crítico y la experiencia real. Que la realidad supera la ficción y la poesía es la única que supera a la realidad.

Isabel Salas