Regreso de ti
como quien regresa de la guerra.
Derrotada,
humillada, agotada.
Violada.
Regreso, así, de ti
cortada en pedacitos.
Vencida,
tullida, zurcida,
destruida.
Regreso
y es mejor que quedarme,
pues no volver
es aceptar quemarme.
Y regreso
por enésima vez
de ti.
Y tú
ileso,
contemplas mi partida,
sin cerrar el acceso.
Por si regreso,
de nuevo,
y vuelvo a regresar
de mi regreso.
Isabel Salas
Un poema a los amores tóxicos.
Tan letales y tan adictivos.