Nadie supo nunca
porqué Pedro se fue,
ni a dónde,
ni cómo,
ni con quién.
No dijo nada,
nada explicó,
se fue sin ropa y sin maleta,
a nadie dijo adiós.
Nadie lo espera
después de tantos años,
olvidaron el nombre
de quien los traicionó.
Él piensa a veces
en lo que atrás dejó
sus hijos, su mujer,
su madre, su ciudad
y siente por momentos,
ganas de regresar.
Le faltan las palabras
para explicar su marcha
o pedirles perdón.
Desiste del regreso,
continúa su huida,
sacude los recuerdos,
y regresa al camino
persiguiendo otra vida.
Isabel Salas