Tengo una cosa en mi mano,
que nadie podrá creer,
es un huevo peruano
que no es un cojón cualquier.
Peludo como un caniche,
durito y arredondado
sabroso como el cebiche,
amo tenerlo a mi lado.
Este huevo inteligente
compañero y parlanchín,
es la envidia de la gente
y la flor de mi jardín.
Sonríe cuando le escribo
suspira cuando me voy,
Vivir sin él no concibo
por lo contenta que estoy.
Isabel Salas