Y yo,
que nunca quise ir a la
guerra,
tuve que organizar una
para no morir.
Tuve que hacerme
guerrillera en la sierra,
aprender a luchar
a la luz de la luna
y entender que es la muerte
quien te enseña a vivir.
Yo, que mecí tu cuna
y te llevaba al parque,
tuve que hacerme fuerte,
y entender que cuidar,
también es combatir.
La lista del mercado
se llenó de palabras
de lucha y de disputa,
y por eso hay quién diga
que más que una mamá,
enloquecí,´
perdí el control
y soy sólo una puta.
Cambié las nanas
por canciones marciales
letras de amor
por músicas paganas,
y regresé a la escuela,
para cursar nuevas asignaturas,
que me permitan,
defender tu tutela.
Y allí,
entre oficinas y jefaturas,
aprendí muchas cosas.
Que no estoy sola,
que somos miles,
que las espinas
preceden a las rosas.
Y mientras digas,
"mamá,
yo quiero estar contigo"
lucharé con quién sea
para que estés conmigo.
Isabel Salas