sábado, 30 de abril de 2022

VENUS DE WILLENDORF


 

Siempre me llamó la atención la escultura de la Venus de Willendorf, descubierta en 1908 en Austria, que según los entendidos es  una de las figuras más icónicas del arte paleolítico. Lo curioso es que, a pesar de su pequeño tamaño (apenas 11 centímetros), ha desatado un debate enorme entre arqueólogos, antropólogos y artistas acerca de su propósito y significado y a mí me encantan todos los asuntos donde no hay acuerdo.

Una anécdota interesante sobre la Venus de Willendorf es que, durante mucho tiempo, fue interpretada como un símbolo de fertilidad o un "ídolo" de culto a la maternidad, por su representación de una figura femenina con caderas anchas, grandes senos y vientre prominente, lo que parece enfatizar la capacidad reproductiva. Sin embargo, en los últimos años, algunos investigadores han propuesto teorías alternativas. Una de ellas, bastante sorprendente, es que la figura podría ser una representación de una mujer vista desde la propia perspectiva de la artista. Como si la talla representara la visión que una mujer tenía de su propio cuerpo mirando hacia abajo, lo que explicaría las proporciones exageradas de los senos y el vientre. Esto parece bastante posible y no elimina la anterior teoría, simplemente propone que quien esculpió la Venus de piedra era otra mujer, una de verdad.

Otra anécdota interesante es que cuando se encontró la Venus, los arqueólogos machirulos inicialmente la llamaron "Venus" de manera irónica, porque representaba el opuesto de los ideales clásicos de belleza femenina de la época. En la Antigua Grecia, las esculturas de Venus (Afrodita) mostraban mujeres delgadas y estilizadas, y la Venus de Willendorf se convirtió en un símbolo prehistórico que mostraba cómo los ideales de belleza han cambiado drásticamente a lo largo del tiempo.

También hubo mucha especulación sobre si la Venus llevaba algún tipo de vestimenta o si estaba completamente desnuda. Después de observar con mayor detalle su cabeza, algunos expertos piensan que lo que antes se consideraba cabello, en realidad podría ser algún tipo de gorro o adorno.

Es increíble cómo una pequeña figura, de hace 30,000 años, aún guarda tanto misterio y provoca tantas interpretaciones. Me llama la atención como una estatuilla tan inocente termina siendo usada para, tras ponerle sarcásticamente el nombre "venus", ridiculizar  el cuerpo de la hembra después de parir y criar a sus hijos.

Que poquito hemos evolucionado en algunos aspectos.


Isabel Salas

domingo, 24 de abril de 2022

LOS DOMINGOS



Pensamientos cortos, cortantes epigramas que nos asaltan de improviso. Deseos olvidados, profundos abismos que nos visitan con su ropa nueva. Risas musicales, amables, pareciendo pan, perfumadas, cálidas, cariñosas... amigas.

Preguntas densas, que flotan cuando las miramos y después se sumergen de nuevo como delfines sonrientes.

Silencios, miradas.
Besos.
Hambres antiguas y nuevas.
Sueños.

Helados.

Tiempos parados, impacientes, ansiosos.

Así son los domingos,
siempre pintados de rojo. Como la rosa que me diste a cambio de un perdón. 

Como fresas.

Rojos,  igual que mis labios y mis ganas de ti.

Isabel Salas




domingo, 3 de abril de 2022

SIN BESOS


Pasear por una ciudad donde nunca has besado, es sentirse delante de todas las puertas cerradas del mundo y no saber como hacer para que alguien abra una de ellas y, con una sonrisa,  te invite a un café en una cocina que huela a navidades.

Las puertas cerradas siempre tienen ese misterio agridulce de las promesas que otros intercambian en el banco de al lado. Funcionan casi con las mismas palabras mágicas que los corazones escarmentados o los árboles desnudos. A veces conseguimos encontrar el abracadabra que rompe el hechizo y nos permite traspasar todos los umbrales y todas las murallas y otras no.

Otras te tienes que conformar con mirar las promesas desde fuera y oler las cocinas a lo lejos, con escuchar las caricias desde el banco vecino y aprender a cerrar los ojos para que tu amigo el sol pueda acariciarte cuando, al borde del agotamiento, decidas descansar apoyando la espalda en alguna pared, de alguna esquina, de alguna ciudad donde nunca hayas besado.

El sol es tan nuestro, que no importa si nos encuentra andando por nuestro barrio o por el barrio de una ciudad ajena, siempre nos reconoce, siempre nos acaricia la mejilla con su roce amarillo, y a veces, cuando se alegra mucho de vernos, se mete en las hojas doradas de otoño y las hace brillar con su fuego. Después se desprende de los árboles, nos cerca, nos besa y nos hace sentir menos solos en medio de tantas puertas cerradas.

Más calientes, más amados.

Mucho menos extranjeros.

Isabel Salas  





viernes, 1 de abril de 2022

BUENOS DÍAS MÁGICOS


He pintado 
con los colores de tu volcán 
un Buenos días  
en el cielo de hoy.

Cuando te despiertes 
él será un imán
que te traerá 
hasta donde estoy.

Debajo de mi pelo, 
junto a mí.

Al lado de las cosas que eran mías,
mis amigos, mi casa, 
mi ciudad,
desde siempre esperándote
sabiendo 
que vendrías.

Ya no serán mis cosas, 
serán nuestras,
 ya no habrá tuyo o mío.
Serán dos manos diestras.
Nuestras dos aguas 
en el mismo río.

Pinté este Buenos días con amor
por los dos que te debo 
retrasados,
días atrapados 
en  despertares sin sabor,
robados, 
por rencores aboyados.

Te debía este cielo,  
 cuatro metros de abrazos, 
cinco kilos de besos
y tres litros de risas.

Y aquí los tienes.
Tuyos.
Pintados para ti 
con amor 
y sin prisas.

Isabel Salas