Siempre me llamó la atención la escultura de la Venus de Willendorf, descubierta en 1908 en Austria, que según los entendidos es una de las figuras más icónicas del arte paleolítico. Lo curioso es que, a pesar de su pequeño tamaño (apenas 11 centímetros), ha desatado un debate enorme entre arqueólogos, antropólogos y artistas acerca de su propósito y significado y a mí me encantan todos los asuntos donde no hay acuerdo.
Una anécdota interesante sobre la Venus de Willendorf es que, durante mucho tiempo, fue interpretada como un símbolo de fertilidad o un "ídolo" de culto a la maternidad, por su representación de una figura femenina con caderas anchas, grandes senos y vientre prominente, lo que parece enfatizar la capacidad reproductiva. Sin embargo, en los últimos años, algunos investigadores han propuesto teorías alternativas. Una de ellas, bastante sorprendente, es que la figura podría ser una representación de una mujer vista desde la propia perspectiva de la artista. Como si la talla representara la visión que una mujer tenía de su propio cuerpo mirando hacia abajo, lo que explicaría las proporciones exageradas de los senos y el vientre. Esto parece bastante posible y no elimina la anterior teoría, simplemente propone que quien esculpió la Venus de piedra era otra mujer, una de verdad.
Otra anécdota interesante es que cuando se encontró la Venus, los arqueólogos machirulos inicialmente la llamaron "Venus" de manera irónica, porque representaba el opuesto de los ideales clásicos de belleza femenina de la época. En la Antigua Grecia, las esculturas de Venus (Afrodita) mostraban mujeres delgadas y estilizadas, y la Venus de Willendorf se convirtió en un símbolo prehistórico que mostraba cómo los ideales de belleza han cambiado drásticamente a lo largo del tiempo.
También hubo mucha especulación sobre si la Venus llevaba algún tipo de vestimenta o si estaba completamente desnuda. Después de observar con mayor detalle su cabeza, algunos expertos piensan que lo que antes se consideraba cabello, en realidad podría ser algún tipo de gorro o adorno.
Es increíble cómo una pequeña figura, de hace 30,000 años, aún guarda tanto misterio y provoca tantas interpretaciones. Me llama la atención como una estatuilla tan inocente termina siendo usada para, tras ponerle sarcásticamente el nombre "venus", ridiculizar el cuerpo de la hembra después de parir y criar a sus hijos.
Que poquito hemos evolucionado en algunos aspectos.
Isabel Salas