miércoles, 1 de abril de 2020

NECIO



Sebastián nunca había aprendido a tocar el piano, a apreciar la sabiduría de los refranes ni a pedir perdón.  Una verdadera lástima, pues el perdón habría hecho su vejez menos solitaria y el piano, sin duda, habría llenado su soledad de música.

Los refranes, tal vez, habrían podido evitar el desastre. Era sólo prestar un poquito de atención.

Isabel Salas

domingo, 15 de marzo de 2020

SER LIBRE


Ser libre no es para cualquiera. Hay que tener coraje de quedar mal con mucha gente, despedirse de otros tantos, y estar listo para ser odiado.

Mario Benedetti, 
escritor, poeta, dramaturgo y periodista uruguayo

miércoles, 11 de marzo de 2020

LOS PLANES DE ELLA


Ella te tiene.

Eso cree la pobre,
que te tiene a sus pies
y en el gran futuro
de su plan burgués.

Lo cree y lo pregona
lo asume, lo engalana
y se ríe de mí 
con su risa burlona.

Cree que eres 
la guinda de su tarta,
el amor luzdeluna
que los males aparta.

Ella te tiene en fotos
en fiestas familiares,
en su presente rosa
y en los blancos veleros
que navegan sus mares.

A los ojos de todos
ella ganó,
y de todos los modos
la que se quedó fuera,
la perdedora,
soy yo.

Pero yo sé muy bien
quién es el sacapuntas de tu lápiz.
Sé donde miras
y hacia donde suspiras.

Quien vive en tus mejores versos
y que boca deseas
cuando deseas besos.

Sé cuantas veces
me llamas a escondidas
y cuantas noches
lloras mis despedidas.

Ella cree 
que es ella 
 la que te tiene.

Yo tengo otra opinión,
los planes mudan, 
se cambian, se renuevan,
pero los sueños, 
que es dónde vivo yo...
los sueños
no.

Los sueños
sólo mueren
cuando muere el amor.

Isabel Salas

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sábado, 7 de marzo de 2020

OLVIDAR


 Dices que olvidas
los golpes, los portazos,
los gritos,
los tortazos,
las idas y venidas
que destilan tu odio 
y tus detritos.

Y dices que es mentira,
que yo lo invento todo,
que son mitos, 
leyendas,
maldades con que quiero
sepultarte  en el lodo.

Tu olvidas cuando bebes, 
que eres un hombre.

Te transformas
y eres 
mi peor pesadilla,
golpeando mi alma
como si fuera
piedra o arcilla, 
madera que sin pena,
conviertes en astilla.

  Te olvidas del honor,
del amor,
del cuidado, 
de todas las promesas
que hiciste 
al llegar a mi lado.

Rompes, asustas,
golpeas,
interrumpes, 
hieres, empujas
y después,
juras que olvidas
que no recuerdas nada,
o que todo es mentira,
inventada por mí, 
la bruja que conspira,
la vaca,
la traidora,
la puta despeinada.

Yo,
 que no bebo,
no olvido, ni perdono
ni quiero que regreses.

Quiero que salgas,
te alejes y te pudras,
que llores y revientes,
lejos de aquí,
sin importar que sientes,
fuera de mí.

Isabel Salas

jueves, 27 de febrero de 2020

CORONAVIRUS



A aquella falsa moneda,
de la que hablaba la copla,
que de mano en mano iba,
y a quien todos repelían
de Carpi a Constantinopla,
le salió un competidor
más rechazado que ella,
pues además de infractor
que no respeta fronteras
es causante de estupor,
de miedo, de descontrol
de fiebre, tos y dolor.

Fue coronado en Wuhan,
fiscalizado en Japón, 
confinado en un crucero,
y estornudado por Juan,
escondido en un rincón.

Analizado en Seúl
y llevado por Raúl
de La Scala de Milán
hasta la bella Dezful.

Coronavirus lo llaman. 
Lo comparan al Goliat
abatido por David,
mientras derrotarlo traman.
Aunque en esta situación
para vencer al Covid,
más que honda y puntería,
necesitamos unión.

Consenso, ponderación
y evitar la tontería
de esconder la realidad
alimentar la traición,
maquillando la verdad
o atizar la algarabía
de esta gran tribulación.

Mascarillas, alcoholes,
nuevos datos, pesadillas.
Ansiedad, conspiraciones.

Perfil de los afectados,
temor por los infectados,
llanto por los fallecidos.

Miedo por el porvenir, 
tristeza por lo perdido
y esa esperanza feroz
de que el sentido común
nos haga sobrevivir
y nos ayude a entender
que somos todos hermanos
y la Tierra
es nuestro nido.

Isabel Salas






domingo, 9 de febrero de 2020

SIN TÚ


Tú y yo sin tú, 
es sólo yo.

Un yo solito
que se sienta delante de tu espacio
y no sabe que hacer.

Si decir tu nombre 
envuelto en un grito
y dejar que se arrastre despacio 
hasta donde estés.
O esperar la hora 
en que lo que siento
pare de doler.

Tú y yo sin tú
es un yo sin aire.

Tan uno, tan sin ganas, 
tan sin saber qué hablar
ni qué decir.

Tan casa sin ventanas,
tan loco por amar
tan sin saber decir adiós 
ni cómo concluir.

Y tan sin tú,
tan yo sin ti.
Tan incapaz,
tan infeliz.

Isabel Salas


lunes, 3 de febrero de 2020

A SALVO





Tenía un nombre, unos padres, un trabajo con el que ganaba su dinero y amigos, muchos amigos. bastantes libros, una casa, un coche, un par de perros y tres cajas con fotos de parientes muertos de los que nadie en la familia recordaba el nombre. No había nada extraordinario en su vida, ni en él, para quien sólo juzga las cosas por las apariencias sin mirar la esencia. 

Exactamente es eso que hacen la mayoría de las personas, quedarse con la primera impresión y pasar de largo cuando se cruzan con personas como él.  Y es gracias a eso que las personas extraordinarias pueden pasar desapercibidas para la gran masa. 

Se mantienen seguros en tanto en cuanto el rebaño ignore que existen.

Isabel Salas