Tragar, ingerir,
devorar,
engullir.
A veces con ganas
y otras,
muchas,
por no tener las fuerzas,
necesarias, para huir.
Y así, trago palabras,
respuestas,
semen,
y otras cosas impuestas.
Aunque me quemen
las ganas de escupir
y prefiriera esputar,
blasfemar,
maldecir
o mandar a la mierda.
Salir por la tangente,
murmurando,
y girar a la izquierda,
renegando.
Así soy yo,
cuando soy educada,
bonita,
urbana,
necrosada.
Vistiendo de seda
a la mona de pana.
Pero otras veces,
me olvido de las formas,
me cago en el acuario
donde guardas tus peces,
me río de tus dioses,
y me burlo del tono
con que gritas tus preces.
Así soy yo,
unas veces muy buena,
y otras,
mejor.
Isabel Salas
Del libro
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