miércoles, 13 de mayo de 2020

UN HOMBRE COMO TÚ


Un hombre caminaba despacito. Sin edad, sin prisa, sin destino ni objetivo. Iba pensando en sus cosas, sus cuentas, su auto, su corazón. Era un hombre deseoso, lleno de deseos sencillos. Deseaba dormir abrazado, deseaba una sonrisa al llegar a casa, un abrazo, un cómo estás. Un domingo feliz. 

Era un hombre cuidadoso. Cuidaba de su familia, de su casa, de su auto, de su perro. Cuidaba de sus cuentas, de sus deseos, cuidadosamente amarrados. Era un hombre con tiempo, tiempo para su trabajo, tiempo para su familia, tiempo para todos. Mucho tiempo. Tiempo para anhelar.


Era un hombre triste, triste con sus cosas, triste con su llegada a casa. Con sus domingos vacíos. Con una cama triste sin abrazos, un triste auto y su perro triste. Su triste edad, sus cuentas tristes y su triste corazón.


Era un hombre como tantos. Un hombre como mi vecino, como mi padre.Como tú, como tantos hombres tristes, que pasean despacio sus deseos sencillos, sin edad y sin prisa.


Isabel Salas