miércoles, 28 de junio de 2017

GLORIA FUERTES Y JAVIER MARÍAS


Interesante, a mí que me encanta Gloria Fuertes, no me molesta que a Javier Marías no le guste, y hasta le doy la razón en una cosa, es verdad que hay una cierta tendencia entre las feministas más extremistas a intentar hacer creer que cualquier cosa hecha o dicha por una mujer hay que valorarla más porque fue una mujer quien la hizo que por lo excelente que pueda ser.

Ahora voy a explicar yo porqué creo que ese no es el caso. Me gusta Gloria Fuertes, y no digo "la poesía de Gloria Fuertes", porque ella me gusta entera, y no por ser mujer, me gusta por ser ella. Me gusta hasta su voz, tan suya, tan llena de noches sin dormir y tan de bruja buena.Me gusta la manera increíblemente dulce que tiene de poner en tres renglones una historia entera, dibujando delante de mí un escenario completo, donde cada personaje cuenta su historia de dolor con pocas letritas y consigue así, que leer tres poemas te llenen tanto como tres capítulos de otros libros menos poderosos.

Gloria Fuertes me enseñó a leer con lágrimas en los ojos y puedo entender, sin embargo, que a otras personas no les guste, porque amar la poesía es comprender que el amor entre lector y poeta es un lazo invisible que brota como cualquier amor apuntando adonde quiere y lo mismo hace que te guste Espronceda como que te aburra Neruda.

Si yo escribo poesía, es en parte gracias a ella entera, a sus horas en la televisión explicando cosas que otros mayores no abordaban, a su ropa rara que yo como niña no sabía interpretar ni como símbolo de opción sexual ni como nada, simplemente, según lo veía, Gloria Fuertes se vestía así. Me fui haciendo grande y con doce o trece años, aprendí alguna cosa sobre las lesbianas, que se enamoran de otras mujeres y que algunas se  visten con estilo masculino. 

Seguí creciendo y cierta vez leí Poeta de guardia con un amigo en la playa. Hasta ahora no sé si en parte nos hicimos amigos por haber leído este libro juntos o ya nos queríamos y por eso no nos importó llorar como dos tontos, con el trasero húmedo de la arena fría de antes de anochecer, mientras leíamos y nos emocionábamos.

Cuando tuve hijas las enseñé a amar la poesía de Gloria Fuertes y tal vez un poco de su esencia también. A mis hijas  jamás las he escuchado defender que algo hecho por otra mujer sea superior o bueno solamente por ser obra de unas manos o una mente femeninas.Tal vez no son extremistas o tal vez respetan el trabajo bien hecho sea quien sea quien lo haga, y tal vez, ojalá, hayan aprendido que la poesía no se mide, ni se valora por ser hombre o mujer quien la escribió, y sepan que puede gustarnos Machado o no, Gloria Fuertes o no, pero que ni Machado le gusta a sus lectores por ser hombre, ni los admiradores de Gloria Fuertes la valoramos por ser mujer, en eso Javier Marías, sí está equivocado.

Aún así, le mando un poema que tal vez tampoco le guste, pero es un poemita corto, en el que expreso el poder que tiene la poesía de encontrarte, no siempre a través de cualquier poeta, pero sí de los adecuados para cada persona que se expone a vivir. Y Gloria Fuertes tal vez sea de las pocas personas que no solo fue encontrada por la poesía, sino que supo ser brújula para que muchos niños y adultos la encontráramos también.