martes, 30 de abril de 2024

TU FLOR MÁS PURA



Algunas veces me miras raro, muy raro.

Saturado de mundo, me miras como si ya no me conocieras y te hubieses olvidado de mi olor. Me miras con los ojos de mirar cosas nuevas y tengo que decir tu nombre y salvarte de nuevo.

Mirarte fijo, abrir mi boca y decir como te llamas para que sepas quien eres y  recuerdes quien soy.


Algunas veces, cuando eso pasa, siento que se abre el abismo y que debo arrojarme a él para darte la oportunidad de recuperar la memoria,  y que me salves porque te acuerdas de mí, porque me quieres. Porque mi olor es el olor de la flor que nace en el estercolero y  lo recuerdas.


Soy la flor que apareció de pronto entre todo lo malo. La que te sorprendió naciendo allí, precisamente allí rodeada de estiercol. Soy a quién te acercaste sorprendido y curioso.

La flor que al sentirte cerca, abrió los ojos y te miró con sus ojos de flor, que son los míos, y con su voz de flor, nacida en la basura te bautizó y te dijo quien eras.

Te cantó la canción que nace del amor.

Canción tan pura que te dio  nombres nuevos que nunca te habían dado. Nombres secretos cantados para ti por vez primera, que te ataron a mí y al olor de mi flor.

Nombres que inventaron la forma de amarnos separados para la vida entera y tú brillaste con tus nuevos nombres y sonreíste, curado, restaurado.

Con tus manos fuertes buscaste tierra limpia para esconderme, guardarme del peligro, apartarme de tantas cosas malas y protegerme alejada de todo lo maligno,  en la tierra más pura, que encontró tu cariño. 

Isabel Salas