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domingo, 8 de junio de 2025

LA SEMANA

Dijiste una semana. 

Una semana llena de horas divididas en días que en un primer momento me parecieron eternos, pero aún así me preparé. Imaginé que sin ti, serían siete noches tristes y siete tristes días con sus tristes tardes casi imposibles de soportar, pero me obligué a sonreír y confiar. 

Soy una especialista en eso, en sacar sonrisas del sombrero mágico de dónde otros sacan conejos y palomas.

Así que saqué una y me la puse. 

Me preparé para esperar a que pasaran esos siete días, sabiendo en el fondo de mi alma que era mentira y no regresarías. Aún así me dispuse a contarlos uno a uno, a mano.

Y el alma tenía razón.

El siete se estiró como los cuellos de los dos millones de pollos que hay que matar para conseguir un kilo de orejas de pollo.

Mucho.

Mucha sangre, mucho dolor, muchas lágrimas de pollo y mías mezcladas y al final plumas por el suelo, tus canciones malditas que suenan en mi cabeza y tu horóscopo chino, que  debe ser rata o algo que rime bien con cabrón por si tengo que escribirte un poema que salga bonito y digas gracias por bendecirme.


Que bien rimado está.
Muchísimas gracias. Aleluya. Amén.

Pero que pena que los dos millones de pollos ya no podrán oirte porque sus orejas ya no están.
Ni yo.

Ni esas luciérnagas del bote de cristal que estaban allí para ser lamparita pero nadie aguanta brillar tantos días y están dormidas o sordas o muertas y ya no vuelan ni bailan aunque venga en persona Juan Gabriel a cantarles, con Bisbal y con todas las otras encantadoras voces masculinas del panorama musical mundial.

Isabel Salas




sábado, 19 de abril de 2025

TRIZAS DE COLORES

 
El músculo aductor y otras formas de decir no.
 
  
 
 
 
¿Os acordáis  cuando la profesora sin previo aviso sacaba la caja de tizas de colores?
Era como una fiesta. Algo especial. Las tizas caras de escribir cosas raras, fuera de lo común. No sé vosotros, pero yo hasta hoy recuerdo como me impactó ver lamelibranquios escrito en verde claro. Lo que hasta ese día habían sido  simples almejas y coquinas flotando en las paellas, se convirtieron en bichos guardados dentro de un caparazón con dos valvas laterales, generalmente simétricas, unidas por una bisagra y ligamentos. Supe que dichas valvas se cierran por acción de uno o dos músculos aductores.
 
Me pareció tan sexual lo de aquellos músculos. Erótico, salvaje. Pero no dije nada. En esa época yo creía que era una enferma mental obsesionada con imágenes pornográficas y que sólo yo veía que las almejas parecían órganos sexuales femeninos como los míos y que lo de valvas y vulvas también parecía la misma cosa. Una broma de un científico super salido. Con el tiempo también supe que mucha gente  hizo esa relación entre lamelibranquios y mujeres.
 
Menos mal, me sentí más normal.
Menos sola. 
 
Aprendí que las mujeres también tienen  conchas bivalvas, que se se cierran cuando están enfadadas con sus hombres. Que el músculo que cierra la entrada en la vagina es el corazón, y cuando está hecho trizas se vuelve arisco. Y se te quitan las ganas de abrir tus caparazones bilabiales.
 
De abrir tus piernas.
De abrir tu boca.
 
Y te metes dentro de tu concha triste. Con tu pena negra. Y te preguntas  si venden cajitas de trizas de colores para amenizar tanto disgusto.
 
¡Joder!
Tanto disgusto

Isabel Salas

sábado, 1 de marzo de 2025

BRÍNDAME


Brindar es una palabra, como casi todas, con varios significados, uno de ellos es manifestar, al ir a beber, el bien que se desea a personas o cosas, como cuando brindamos por el inicio de las vacaciones o el ascenso del primo Felipe que ya se podrá casar, por fin, con su novia Esperancita, gracias al sueldo nuevo.

Pero cuando quiero brindar contigo no es eso lo que yo quiero. No es exactamente eso de desearte el bien, que también te lo deseo, como no, pero lo que de veras pasa es que te deseo a ti, y te deseo bien, bien deseado, con ganas de hacerte cosas (buenas, eso sí, buenas todas), incluido beberte directo de la botella, que aunque no es de buena educación hay que reconocer que ese envase que tienes me provoca y sin darme cuenta, termino perdiendo los modales.

Otro significado es ofrecer o mostrar una cosa a alguien, y viene un ejemplo estupendo en el diccionario: la naturaleza nos brinda a todos su aire, su sol, su luz. Así, gratis, nos muestra todo eso y nos deja que respiremos ese aire, que nos bañemos en esa luz y nos calentemos al solecito en los días de invierno. Como tú, que no me cobras por respirarte, me calientas gratis con luz o en lo oscuro, como el sol de invierno y además me enfrías, me besas , me haces reír y me dices tonterías que me reconcilian con el Katrina y su puta madre por resumir todas las cosas que me joden en una sola y con nombre de mujer como el Olvido, la Libertad o la novia atragantada de mi primo, esa Esperanza que no muere ni de tedio la pobre.

Ya que estamos, le quiero mandar un beso a Sabina, ese que canta, que aunque no tengo muy claro aún si es un cabrón desgraciado o un feo simpático hay que reconocer que pone las letras muy bien colocadas en sus canciones y tiene ese aire de torero desconcertado que siempre me ha parecido peculiar. Por cierto los toreros también brindan los toros, eso es cuando le dedican la faena que van a realizar a una o más personas de las que los miran. Personalmente como los toros no me gustan no le veo la gracia a nada de lo que hacen los toreros. La única utilidad pública que les veo es lo bien que rellenan las revistas de prensa rosa con sus casorios y anulaciones, hijos bastardos, hijas adoptadas y viudas lloronas.
 
En nuestro caso lo que solemos hacer, lo hacemos procurando que no nos mire nadie, así que tendrás que ofrecerme tu faena a mí y confiar en que yo no te corte ni las orejas ni el rabo aunque no tengas una buena tarde , que eso le puede pasar a cualquiera, ya se sabe, y no soy yo tan hija de puta para caparte por un gatillazo aunque no me guste ni pensar en esos términos. Yo cuando pienso en brindar contigo, prefiero pensar en una buenas cogidas de esas que me entran ganas de aplaudirte en pie, agitando mi pañuelo y pidiéndole al portero del hotel que te saque a hombros.

Sin embargo el significado que más se adapta a nosotros es el brindarse a algo, es decir, ofrecerse a hacer algo libremente o de buena voluntad. No hay nada que yo haga más de buena voluntad que irme contigo, aunque no seas un verbo transitivo, a pasar unas horas y disfrutar de tu faena, de tu luz, de tus besos, del gollete de tu botella y de todas las cosas buenas que me brindas siempre con ganas y siempre con esa sonrisa que encienda las estrellas sea la hora que sea.

 
Isabel Salas

jueves, 30 de enero de 2025

CHECA

   

 En la calle, entre la gente
entre el humo de los coches,
al compás de los zapatos
de las piernas que se alejan
 en tus días  o en tus noches
de repente, 
mi canción,
que es llanto y queja

En la acera, en la ciudad
desde el calor del asfalto
al sudor de los compases
del cante que se derrama
y te toma por asalto...
la humildad
de un corazón.
que es hielo y llama

En la playa, en la ciudad
en el metro 
o en un valle
una canción siempre llega
si no hay nadie 
que la calle

En la vida, o en la muerte
en el llanto o en la risa
siempre hay un cante que hace
que se te olviden las prisas
y te pares
y me escuches
y mires como te canto.

Y te saco las espinas
y sonrías y te vayas
vestido con el encanto
del arte que mi quebranto
va plantando...
en las esquinas.

Isabel Salas


martes, 21 de enero de 2025

DESDE SIEMPRE


Siempre te he escrito.
Incluso antes de saber escribir
andar o hablar.

Incluso desde antes de nacer.
Antes de ser, de conocer
antes de amar.

Ya te besé
sin boca.
Ya te abracé,
sin brazos.

Te comprendí,
te imaginé.
te inventé
te soñé.

...y al conocerte,
escucharte y verte,
me enamoré.

Isabel Salas


martes, 7 de enero de 2025

VEN


 
 
Noche en el mar.

Olas y besos,
hora de amar.

Noche en la arena.
manos y rayos
de luna llena.

Noche en mi piel
y en tus caricias
de vino y miel.

Tú,
hombre de luna,
de fría noche
y ojos de mar.

Yo.
mujer de arena,
como ninguna
te puedo amar.

Entra en mi noche.
Entra en mis ojos,
entra en mis aguas.

Ven a nadar.

Isabel Salas





miércoles, 25 de diciembre de 2024

AMOR MUERTO






El amor muere.
Como todo lo que nace, 
tiene su tiempo 
y muere.

Por suerte colapsa, se estropea
y le llega la muerte.
Fenece de pronto 
lo mismo que nació,
agotado, roto, 
sin preguntar, 
sin esperarlo nadie.

Sin  alardes, tranquilo,
sin avisar.

El amor expira
como todo lo que debe morir,
para dejar espacio,
y que otras cosas nuevas,
odios o amores
puedan vivir.

Cuando se acaba la fuerza vital 
que lo dejaba vivo, 
el amor se termina
y es tan triste esa muerte
que se atragantan
 lagrimas y versos por igual, 
en los entierros
de los amores 
muertos.

Isabel Salas
DEL LIBRO
TE CONTENGO



martes, 8 de octubre de 2024

ORGASMOS CLIMÁTICOS

 
Cualquier cosa explicada por el diccionario adquiere un tono festivo que siempre me hace mucha gracia, veamos el caso del orgasmo  que también se puede llamar clímax. Resulta que viene del griego y significa  «escalera» o «subida» y no tiene nada que ver con el tiempo lluvioso o las tormentas tropicales. Aunque clima se parezca mucho a climax es pura casualidad y no hay que perder el tiempo intentando hallar paralelismos como pasa entre otras palabras que suenan parecido y terminan siendo de misma familia como tender, atender y entender,  ni tampoco aunque todos sepamos que en los días de lluvia y  frescos entran más ganas de subir escaleras. No tiene nada que ver. Una simple coincidencia.
 
El caso es que está definido como la descarga repentina de la tensión sexual acumulada, durante el ciclo de la respuesta sexual. Esto está bien. No es que vayamos acumulando tensión sexual a lo loco y de pronto nos de una descarga, eso no. Tiene que ser acumulada durante el ciclo de respuesta sexual, que supongo que será cuando te dejas toquetear voluntariamente y entonces sí se acumula la tensión sexual hasta que repentinamente descarga. Algunas veces es tan repentino que no te da tiempo a acumular tu parte y te cabreas bastante pero eso es otro punto diferente. De todo ese proceso de acumulación de tensiones, resultan unas contracciones musculares rítmicas en la región pélvica que caracterizan el placer sexual.
 
Francamente, si un día llegan los extraterrestres a la tierra y se leen un diccionario, no les van a entrar muchas ganas que digamos de sufrir esos trastornos.¿Cómo van a entender ellos que esas contracciones rítmicas dan tanto gustito si no se detalla  mejor? No está bien explicado. Sinceramente. Más abajo dice que todo este fenómeno es igualmente experimentado por machos y hembras, y que todo el proceso es controlado por el sistema nervioso involuntario o autónomo. Eso sí. Cuantas veces alguien dice a lo largo del proceso o incluso días después que fue sin querer... totalmente involuntario, que se escapó, que estaba borracho o que  no entendió bien y cuando quiso darse cuenta ya estaba siendo sacudido por sus  contracciones musculares rítmicas en la región pélvica sin comerlo ni beberlo. Muchísimas veces.

Estas contracciones además, a menudo, vienen asociadas a otras acciones involuntarias que incluyen espasmos musculares en múltiples áreas del cuerpo, por ejemplo se te pone una pierna dura como una lanza y ni te duele ni sabes  como es posible que eso pase pues es como si la pierna fuera de un atleta olímpico. Otras veces aparece una sensación de euforia generalizada y, frecuentemente, se exteriorizan movimientos del cuerpo y  vocalizaciones.
 
Sí. Eso dice la definición, yo también me quedé pensativa en esa parte de las vocalizaciones. No explica muy bien si son la emisión de las vocales o decir cosas sin ton ni son o rezar, que hay gente que reza en esa hora que lo sé yo, o recitar un artículo de la constitución que te aprendiste para unas oposiciones. No lo especifica. Se queda una duda. Los extraterrestres a estas alturas ya estarían  alucinados y con miedo de que los pretendiésemos escalar, pero entonces llega la parte buena, explica que seguido de todo este festival llega el período de después del orgasmo (conocido como periodo refractario) y que suele ser una experiencia relajante, gracias a la liberación de unas neurohormonas llamadas oxitocina y prolactina, que tampoco tienen nada que ver con lactancia ni con tocino, ni mucho menos con velocidad o los productos lácteos, ni  tampoco con la Vía Láctea.
 
Nada, pura casualidad, si alguien mientras está refractando dice que ve estrellas, es cosa de la prolactina que te deja zen, que por cierto es una escuela de budismo. Y es así que se pronuncia en japonés la palabra china Chan, que a su vez deriva del sánscrito y significa meditación.
 
Por eso hay que meditar mucho y pensárselo muy bien antes de ponerse  a tener orgasmos y a vocalizar. Está super claro y otro día vamos a analizar la palabra eyacular que también es graciosísima.

Isabel Salas

viernes, 6 de septiembre de 2024

MAÑANA, MÁS

Siempre me desconcierta un poco pasear por la calle a esas horas del día en que la luz  me invita  al interior de las casas de los vecinos. Esos momentos en que los reflejos están tomando café en las hojitas de la plaza y los vidrios respiran o bostezan permitiéndome vislumbrar escenas intimas de las que jamás debería ser testigo. 

Hace un rato vi a Marcela, la de la esquina, que está limpiando su sala en camiseta y no se puso los pantalones. Empujaba el sofá con una pierna y tenía cara de disgusto, parecía haber llorado. En verdad tiene lindas piernas para una mujer de su edad y tal vez de cualquier edad, lindas piernas y punto.

Después giré a la derecha y crucé. Hay que tener cuidado en ese lado de la calle porque las raíces de los árboles han roto la acera y es fácil caerse.  Pude ver durante unos segundos al niño de Juana, la del porche lleno de hortensias, que estaba vaciando con una cucharita la maceta del aparador  con cara de pilluelo. Debe imitar a su madre que siempre anda ocupada plantando y trasplantando sus amadas plantitas. Mientras yo vislumbraba ese pasajero fotograma, él se detuvo durante un breve instante y pensé que tal vez por algún motivo sintió mi mirada en sus manitas o me intuyó inconscientemente. Nunca lo sabré.

Seguí caminando y saludé al cartero, ha estado varios días sin venir porque se estuvo operando un problema de rodilla. Su sustituto también era un buen cartero, pero creo que todos estamos aliviados y contentos de ver a Nicolás recuperado. Él no solo sabe nuestros nombres y dónde vivimos, también regaña a los niños cuando cruzan sin mirar y sabe en que casa se suelen esconder los gatos del barrio cuando sus dueñas los buscan pensando que están perdidos.  

Cuando terminé mi charlita con él me metí por la calle de la higuera vieja y puede ver como el matrimonio recién mudado a la antigua casa de la señora Carmela, estaba colocando un cuadro en la pared. Él sostenía el marco y ella le indicaba desde lejos si estaba derecho ya o había que mover alguna mano. Se reían los dos, parece que se quieren. Que sean felices. Son muy amables y ya se están haciendo parte de nosotros.

Regresé a casa justo a tiempo de ver a mi gata regresar de su paseo mañanero. Bajó de un salto del tejado y entramos juntas. Ella siempre se restriega contra mi pantorrilla cuando vuelve de sus excursiones.

Al girarme para cerrar la puerta pude vez que la luz ya había mudado y los reflejos ya estaban instalados en sus lugares. Acomodados para hacer su trabajo de camuflaje. La cortina se cerró. Mañana más. 

 

Isabel Salas


martes, 11 de junio de 2024

POR SUPUESTO ERES TÚ.




Podría decirte que no eres tú, que soy yo. 

Decirte que nada hay en ti  que me impida quererte, que eres un hombre magnífico en todos los sentidos y que cualquier mujer estaría orgullosa de compartir su vida contigo. Podría decirte, incluso, que hay algo en mí que me impide quererte, que debo ser idiota porque otra explicación no tiene que yo deje  pasar esta oportunidad de oro que la vida me regala trayéndote hasta mí.

Podría decirlo y parecería verdad, pero una verdad hueca, simplemente una cascarita de verdad, frágil y llena de eco, pues la verdad maciza es que yo no tengo la culpa de no amarte y no sé por qué no puedo decirte que simplemente no te quiero sin temor, a que con más de cuarenta años, reacciones como un niño llorón y trates de hacer que yo me sienta mal por herir tus sentimientos.

Creo que si aún no aprendiste a  gestionar la realidad tienes un gran problema y se nota de lejos que estás acostumbrado a que tu mamaita y tus ex novias te adornen las verdades para que no sufra ese corazoncillo blandengue que tienes. Ese músculo tan poco apto para ir por el mundo como va un adulto, enfrentando las contrariedades de la vida sin hacer pucheros y sin poner cara de niño abandonado imitador del gato de Shrek.

Si yo fuera una ONG para pretendientes descartados te diría todo eso, y juraría que la culpa no es tuya, pero como no lo soy,  he decidido decirte la verdad y que es mejor que sufras del tirón todo el dolor de verte rechazado en un instante a que yo tenga que estar fingiendo que te quiero el resto del verano mientras sufro yo por tener que aguantarte.
Mejor dejarlo ahora que como aquel que dice acabamos de llegar y aún tenemos tiempo de pasar el resto de las vacaciones con alguien con quien tengamos más afinidades.

Tú búscate una Disney girl que necesite que le hablen de amor antes de  meterse en una cama para no sentirse una perdida con las culpabilidades consabidas, que a mí me duele la cabeza de escuchar tus tonterías románticas y empalagosas cuando los dos sabemos que dentro de unos meses ni sabremos quien somos, ni de donde venimos ni adónde vamos. 
Esas dudas eternas que inventaron los griegos y así nos va.

Yo me buscaré un  hombre que hable menos y haga más, menos llorón, más risueño y sobre todo  que me guste y me deje loca. pero no loca por correr en dirección contraria como me dejas tú.

Espero haberme explicado bien y que no queden dudas: La razón principal para no quererte, eres tú.

Y mejor no darle más vueltas.

No soy yo, eres tú.

Y tus circunstancias.
Aunque tienes unos dientes preciosos. Eso sí.

Isabel Salas







 




jueves, 9 de mayo de 2024

LODO


Y sin querer,
 me puse a pensar en tus promesas
en tus palabras,
en tus te amo.

En tus "ven, no temas",
tus "aquí te espero".

Y sin querer,
me puse llorar por tus promesas
por tus palabras,
por tus te amo.

Por tus "ven, no temas",
tus "aquí te espero".

Dos preposiciones,
que lo cambian todo.

Tus varias traiciones
que manchan de lodo,
mis bellas canciones.

Isabel Salas

martes, 30 de abril de 2024

TU FLOR MÁS PURA


Algunas veces me miras raro, muy raro.


Saturado de mundo, me miras como si ya no me conocieras y te hubieses olvidado de mi olor. Me miras con los ojos de mirar cosas nuevas y tengo que decir tu nombre y salvarte de nuevo. Mirarte fijo, abrir mi boca y decir como te llamas para que sepas quien eres y  recuerdes quien soy.


Algunas veces, cuando eso pasa, siento que se abre el abismo y que debo arrojarme a él para darte la oportunidad de recuperar la memoria,  y que me salves porque te acuerdas de mí, porque me quieres. Porque mi olor es el olor de la flor que nace en el estercolero y  lo recuerdas.


Soy la flor que apareció de pronto entre todo lo malo. La que te sorprendió naciendo allí, precisamente allí rodeada de estiercol. Soy a quién te acercaste sorprendido y curioso.

La flor que al sentirte cerca, abrió los ojos y te miró con sus ojos de flor, que son los míos, y con su voz de flor, nacida en la basura te bautizó y te dijo quien eras.

Te cantó la canción que nace del amor.

Canción tan pura que te dio  nombres nuevos que nunca te habían dado. Nombres secretos cantados para ti por vez primera, que te ataron a mí y al olor de mi flor.

Nombres que inventaron la forma de amarnos separados para la vida entera y tú brillaste con tus nuevos nombres y sonreíste, curado, restaurado.

Con tus manos fuertes buscaste tierra limpia para esconderme, guardarme del peligro, apartarme de tantas cosas malas y protegerme alejada de todo lo maligno,  en la tierra más pura, que encontró tu cariño. 

Isabel Salas











miércoles, 20 de marzo de 2024

AHORA SÉ


Ahora sé,
por fin,
lo que es volar.

Aprendí contigo
que es lo mismo que amar.

Ahora sé,
que tocar es bailar
y dormir es soñar.


Sé que escribir
es besar,
y sonreír
lo mismo que mirar.


Que cada verbo,
desdoblado,
esconde una poesía.

Y sé, por fin,
que los cien años de males
se terminan.

Extender  las alas
es estirar los brazos 
y abrazar.

Es sacudirse el miedo,
es mirarte a los ojos
y confiar.

Isabel Salas










sábado, 2 de marzo de 2024

TANTO


Tantas veces gritaste tu amor, 
tantas...
Tanto prometiste ser fiel.

Tanto juraste ser la cura del dolor,
tanto...
Tanto probaste besos y miel.

Que las miles de noches abrazadas
y los cientos de lunas besadas
cierran los ojos hoy.

No quieren ver
cuando de nuevo infiel,
mentiroso y rastrero,
juras de nuevo ser,
amar, gustar 
y atravesar por alguien
el infierno entero.

Ni la luna ni las noches
te creen,
ni las canciones.

Ni los anillos ni los broches,
ni yo,
ni los tigres tristones.


Isabel  Salas

domingo, 25 de febrero de 2024

ARCHIVADO





Me hubiera gustado mucho poder dejar tu recuerdo en la repisa de los buenos amores. 

Ponerlo en un  lugar destacado. Tal vez entre aquel amor que me enseñó a decir "que tanto es tantito" con aquella sonrisa de Veracruz  que me besaba en la esquina del Copo y otro, dorado y verde, que aún huele a arena de Piura y a juegos prohibidos que marcaron mucho más que mi piel.

O lo hubiera dejado cerca de aquel amor de noche sin estrellas que me enseñó a besar labios gigantes y a hacer cebras con nuestros dedos. También hubiera quedado bonito cerca de mi amor de jabuticaba, un amor de ojos negros y sonrisa de sol que me acariciaba por dentro y por fuera con sus besos de hombre.

Que lindo hubiera quedado colocado allí, cerca de los otros amores bonitos que la vida me dio. Cerca de ellos, entre ellos, junto a ellos y en mi corazón. Traté de colocarlo, pero no encaja en ningún sitio. Demasiado llorado, demasiado triste, demasiado mentido, demasiado cínico, y sobre todo demasiado falso.

Largos o cortos, los otros todos fueron verdaderos, correspondidos y decentes. Amores que en su momento fueron amores y no dolores. El tuyo , por desgracia, sólo tiene un lugar posible donde ser archivado: en el cajón de los objetos perdidos. Junto al tiempo perdido y tantas otras cosas perdidas que se eclipsaron. Allí está ahora tu amor, junto a otras cosas inservibles  durmiendo aletargado en la penumbra de las cosas inútiles.

En cierto modo es triste pero también es justo. Para ganarse un lugar en el corazón de una mujer hacen falta más cosas que palabras vacías y miradas esquivas. Hacen falta más cosas, más tiempo y más verdad.

No sé decirte las cosas que descansan al lado de tu amor de tercera, no es discreción, ni ganas de no herirte, ni secreto, simplemente es que no las recuerdo.

Están allí por algo.

... y eso basta.


Isabel Salas

miércoles, 7 de febrero de 2024

JAMÁS



Tu sonrisa se abre oliendo a "jamás", esa flor que nace sin pétalos para ser deshojada y que no sirve para tentar la suerte, jugando con la muerte de la flor adivina que dice sí o no

Miro tus ojos sin querer prenderme en ellos, sabiendo como sé, que no son míos ni lo serán, que no me miras como yo te miro, ni me amarás como yo te amo desde el tercer segundo. 

No te duermes diciendo mi nombre ni sueñas conmigo.

Tus mapas no traen mi dirección. Tu piel y tu abrazo no buscan los abrazos de mi piel y tu  alma vagabunda no busca posada en mi corazón. Yo no quiero decirte que te quiero dentro de todas las cosas que consigo escribir o abrir, y aunque quisiera, me aguantaría.

Aún así, nos paramos de pie rodeados de oscuro y hombro con hombro, levantamos la cabeza para mirar el cielo juntos. Comentamos la vida y hablamos de las estrellas como si las conociéramos por todos sus nombres, sin miedo de que se terminen y sin prisa por decirnos adiós. A veces quiero decirte que levantar la frente para mirarlas te obliga a erguirte y que es así que me gusta verte, pero me callo y te escucho, mirando de ladito como la noche te deja azul.

Todavía no hemos mirado dentro de los ojos del otro porque no sabemos si queremos ver lo que sabemos que vamos a encontrar. Estamos en el primer paso del primer escalón de la primera caricia y a pesar de ser tan  corto el camino andado, ya pusiste tu bandera en mi luna.

Lo negaré todo si me preguntas y cuando me beses, que me besarás, cerraré los ojos para no asustarte con el vacío infinito que no podrás llenar.

Te diré vete en vez de quédate y te empujaré después de amarnos. No voy a pedirte que me escribas canciones y menos que te duermas en mí mientras toco tu pelo.

No diré nada cuando digas "me voy" y no sabrás si lloro.

Decidí no quererte y así será. 

No amarrarme, no subir a tu cielo mi cometa azul, no beberme tu agua ni nadar en tu mar.

Decidí muchas cosas y todas duelen como hijos muertos antes de nacer. Todas arrancan pedacitos de alma como si fueran pétalos de flores de adivinar amores y todos los cachitos dicen no.

Que no.
Que no debo quererte y nunca te querré.
Que llegaste muy tarde y ya no queda nada que apostar o perder.

No importa lo que digas.
No te voy a querer.


Isabel Salas

lunes, 18 de diciembre de 2023

LA DUDA



Me gusta imaginarte así,
caminando helado por un lugar hostil,
pedregoso, hosco,
inhóspito bañil.

Tus zapatos mojados, 
tus pies fríos,
tus ojos blindados,
tus hombros caídos.

Y en centro del alma
la duda eterna, 
palpitante,
del que habría pasado,
de haber tenido enjalma
y mano tierna
en aquel cruel instante
en el que haberme  amado
pasó de ser posible
a ser la opción averna.

Isabel Salas 






martes, 12 de diciembre de 2023

QUIERO TÚ

Quiero pan,
un café, 
un buenos días.

Suerte,
salud, alegrías.

Quiero andar feliz,
quiero ser feliz,
estar feliz.

El café, la suerte,
la salud, el pan, 
la alegría...
todo
hasta la muerte
contigo ti.

Mi día con tú.
Feliz con ti.
Yo quiero tú.

Isabel Salas

sábado, 21 de octubre de 2023

VACÍO






En este espacio vacío a mi lado aún me faltas, me faltas en cada paso del camino y en cada alegría. Me faltas todo el tiempo, de una manera rotunda, hueca y gris.

Incluso cuando te olvido, como hoy, después de olvidarte te recuerdo de nuevo. Un nuevo amigo, nuevas canciones, muchas risas, gratos momentos, y al decirle adiós, el peso de tu ausencia me aplastó, de improviso, antes de terminar de decir buenas noches. Nadie notó esa nube de ti que tapó mis estrellas. Nadie escuchó el frenazo en mis venas de la sangre espantada. Sólo yo supe el esfuerzo que me costó terminar de decir hasta pronto y como el ruido de la puerta del coche me pareció un portazo en el alma. 

Tu coche sonaba parecido, pero a mí me sonaba mejor, tu risa era más risa y tus canciones me cantaban más.

Hoy te olvidé un poquito más, un ratito, un instante... y al olvidarte otra vuelta de tuerca, recordé otra de tus mentiras: no eres tan fácil de olvidar como decías.

Isabel Salas








viernes, 18 de agosto de 2023

TAN FORMALES


Hoy me metí en el laberinto del .

No ese "sí" de afirmaciones categóricas sino el condicional.  Ese que abre el abanico de las posibilidades muertas y me tortura cuando pienso en ti.

Hemos hablado hoy.

Porque yo quise, culpa mía, porque te busqué y tú me respondiste.

Tan formales, tan educados, tan correctos, que no pude impedir llorar al hacerlo y recordar el tiempo en que fuimos salvajes, desbocados y absolutamente incorrectos. Me acordé de tu coche y de tu aire acondicionado a todo volumen mientras conducías despacio por la ciudad oscura. Tu mano en mí, mi boca en ti y tu rugido al estallar la galaxia. Tu caricia en mi pelo y las risas en la noche camino de mi puerta.

Recordé unos besos que me diste una vez en una cama pagada por horas y que, por unas horas, fue nuestra. Allí te amé y allí, mataste mi amor recién nacido con palabras y obras que debiste omitir.

Los laberintos donde a veces entro me llevan en ciertas ocasiones a las esquinas de los finales felices y hoy te encontré allí, escogiendo callar lo que dijiste y eligiendo no hacer lo que me hiciste.

El deja vu  perfecto, repetir sin errar, acertando lo que se desacertó y escapó de control.

Fue mejor.

Fue mentira, una ilusión, un espejismo dorado inconsistente pero mejor. Por un momento el laberinto fue mi país encantado y nosotros teníamos una oportunidad a la que nos agarrábamos mirándonos a los ojos. En vez de despedirnos para siempre horas después, volvíamos a los pocos días a aquel restaurante a conversar de nuevo, mientras, de nuevo, se enfriaba la carne.

Y en lugar de ese agujero inmenso que se instaló en mi corazón, nacían flores y canciones.

Durante los segundos que duró la fantasía volví a quererte como te quise en aquella cama mientras me preguntabas porqué estaba allí y evité responder.

No mentí, omití.

Me pregunto a menudo que hubiera pasado si te hubiera dicho que te amaba desde el primer día que hablamos. No lo hago todos los días, sólo a veces, cuando veo un coche plateado como el tuyo, o cuando, como hoy, te digo hola y me respondes tan educado, tan cortés y tan formal.

Tan frío o más que tu aire acondicionado.

Aquel agujero aún quema en mí.
En la garganta, en el corazón... en los huesos.
Quema, respira y, a veces como hoy, te llama.


Isabel Salas