En la calle, entre la gente
entre el humo de los coches,
al compás de los zapatos
de las piernas que se alejan
en tus días o en tus noches
de repente,
mi canción,
que es llanto y queja
En la acera, en la ciudad
desde el calor del asfalto
al sudor de los compases
del cante que se derrama
y te toma por asalto...
la humildad
de un corazón.
que es hielo y llama
En la playa, en la ciudad
en el metro
o en un valle
una canción siempre llega
si no hay nadie
que la calle
que la calle
En la vida, o en la muerte
en el llanto o en la risa
siempre hay un cante que hace
que se te olviden las prisas
y te pares
y me escuches
y mires como te canto.
Y te saco las espinas
y sonrías y te vayas
vestido con el encanto
del arte que mi quebranto
va plantando...
en las esquinas.
Isabel Salas