Las dos juntas, comiendo mandarinas,
en nuestra intimidad compenetrada,
cuidamos la salud debilitada
compartiendo las dulces vitaminas.
Luchamos por hacernos heroínas
abrazaditas cada madrugada,
esperando la luz de la alborada
que atraiga a las oscuras golondrinas.
Nos acompañan risas y poesías,
la perra Kika y la gata Pandora
que alivian la inquietud de nuestros días.
Y aunque la oscuridad sea opresora,
compartimos sueños y fantasías
sabiendo que pronto vendrá la aurora.
Isabel Salas