martes, 18 de mayo de 2021

LAS COSAS POR SU NOMBRE


 


Últimamente, en parte debido a la nueva anormalidad y en parte a causa de la tradicional estupidez clásica de toda la vida, existe una tendencia o trending de rebautizarlo todo. Y cuando digo todo quiero decir all.

A las mujeres embarazadas se las llama personas gestantes y a nuestros hijos producto. Al acto de mantenerse apartado de la gente se le llama distancia social y a la censura se la conoce como filtro de contenidos, aunque igualmente se la reconoce.

Un montón de gente invadiendo España convocados por el Comendador de los Creyentes, está siendo llamado crisis migratoria y a los niños que forman parte de ese flujo humano se les sienta (relocaliza) en una playa para que se sequen antes de decidir qué hacer con ellos, ellas o elles. Al constatar que no están acompañados por ningún familiar adulto se les cataloga como menas. Algunos desaparecerán y nunca más sabremos de ellos.

Los que fabrican, venden y distribuyen drogas y vacunas son llamados de altruistas y  los revendedores de cualquier cosa, si usan internet para hacer negocios son conocidos como Big Tech, que sería algo así como llamarlos Gigantes Tecnológicos. Mucho mejor que  mercenarios, aunque estén al servicio de quien les pague más y un día dicen digo y al otro  Diego sin que se les mueva un chip.

Estamos en fin en plena era de los eufemismos aunque la llaman  Era de Acuario. Actualmente a espabilarse lo llaman despertar y a caerse del guindo le dicen irse a la quinta dimensión. Dejar de ser ingenuo es abrir los ojos y rezar pidiendo a Dios que nos ampare es vibrar. Ser políticamente correcto es dejar de joder, de ser crítico y de expresarte con sinceridad ante lo que ves.

Echo de menos la época en que las cosas se conocían por su nombre y podías hacer chistes sobre enanos, gordas, suegras o franceses. No había que estar escondiendo la verdad detrás de velos improvisados por políticas hipócritas e intereses perversos y, sobre todo,  la neolengua vivía en los libros de ficción. 



Isabel Salas