sábado, 5 de noviembre de 2022

SI PUDIERA











Si te pudiera decir lo mucho que te amo, te contaría como imaginé miles de veces hacerme vieja a tu lado y como dormiríamos abrazaditos hasta que uno de los dos se fuera.

Te volvería a cantar aquellas canciones que cantábamos en el coche volviendo de la playa y te pediría que me contaras de nuevo aquel chiste sobre el borracho vasco y el robo en la joyería. 

Si te pudiera decir lo mucho que aún te quiero, a pesar de todo lo que pasó desde nuestro último beso, te diría que no olvidé nada tuyo, ni la forma de tu boca, ni el tacto de tus manos, ni el olor de tu piel, ni como mis labios se deslizaban sobre ella cuando te besaba todos los milímetros cuadrados y te recorría como si yo fuera un tren ruso y tú, esa vía transiberiana que junta lo posible y lo imposible como una cicatriz de mapa del tesoro.

Si pudiera, me gustaría decirte que me quema saber que eres feliz sin mí, pues yo no pude aprender a serlo completamente al faltarme tú. Soy feliz a cachitos, a momentos, a empujones, pero no a tsunamis como era la felicidad que me inundaba, apenas por ir contigo de la mano.

Te diría que a tu lado todas las películas me gustaban, me apetecía cantar todas las canciones y todos los helados me parecían igual de apetitosos. Ahora necesito determinadas películas, algunas canciones y sabores concretos de helado para que mis sonrisas se parezcan a aquellas que  brotaban a tu lado como el sol lo hace cada mañana, inevitable y sin pedir permiso.

Te diría que aún te quiero porque no supe dejar de hacerlo y aunque no espero que saberlo te haga volver a quererme, sí me gustaría que lo supieras, como yo sé que las ballenas emigran hacia el sur y no por eso espero que me visiten.

Me gustaría decirte que creo que te perdoné o al menos lo intenté y que mi amor sigue aquí, intacto, sagrado, inmortal, lo desees o no, lo correspondas o no.

Que mi amor por ti, es mío.

Es libre, es eterno y está vivo. Me habita, me acompaña y cada día, antes de dormir, me da un beso  de buenas noches.

Isabel Salas